Santiago, 26 de julio 2017. “Hablo como candidato presidencial inscrito ante el Servel y, por lo tanto, exijo que no se juegue con la política exterior de Chile. Quien aspira a Presidente de Chile, aspira básicamente a conducir los destinos de la patria para el bien las y los chilenos. Quien quiera presidir Chile tendrá que hacerse cargo de los desafíos del presente y del mañana y también de nuestra historia y tradiciones”.
Así comenzó Marco Enríquez-Ominami su primer encuentro con los medios chilenos tras su viaje de 48 horas a La Paz, ciudad en la que comenzó la grabación de su nuevo documental y se reunió en dos ocasiones con el presidente Evo Morales.
“Un Jefe de Estado es una persona que conduce junto a su pueblo, por el bien de su pueblo, para su pueblo y con su pueblo, la política exterior”, agregó antes una gran cantidad de medios que se dieron cita en un hotel santiaguino.
“Quiero partir denunciando las caricaturas completamente absurdas e insensatas que intentaron hacer respecto de algo muy simple de un ciudadano, de un hombre que ama a Chile, de alguien que está convencido de que nos están lavando la cabeza a todos y que hay un límite a la mentira”, dijo el candidato de los progresistas e independientes.
“Nadie en Chile –sépanlo mis adversarios, lean los textos jurídicos– puede entregar nada a otro país. Nadie puede ni quiere regalar nada. Y si se trata de Bolivia, quiero recordarles a mis contendores que hay un tratado de 1929 que establece que hay por obligación, hasta cierta parte del territorio, una relación de tres”, enfatizó.
Enríquez-Ominami prosiguió: “Sólo hay mala fe, malas intenciones y muchas mentiras. Lamento que algunos medios se hayan prestado para mentir. No corresponde. No se juega con la política exterior. Yo llamo a la responsabilidad a los candidatos y también a algunos medios. Está en juego el territorio y la soberanía de Chile que yo, a diferencia de Piñera, sí defiendo”.
Sobre el mismo punto, agregó: “A diferencia de Piñera, nunca le entregaría mar a nadie. Porque si hay alguien que entregó mar a Perú, es Piñera. Peor aun, si hay alguien que lucró con su posición es Piñera, no nosotros”.
“Quiero confirmar estando aquí en Chile –y no desde Bolivia– exactamente qué le dije al Presidente Evo Morales. Lo que le he señalado es que, efectivamente, felicito a la Presidenta de Chile y a Evo Morales por cambiar la estrategia. Ayer, después de seis años, se constituyó el comité de fronteras. Bien, Presidenta. A diferencia de sus candidatos, yo la felicito. Y veo que usted tiene ánimo de integración. Y bien la Cancillería que defiende los intereses de Chile, pero eso no impide que los chilenos también nos expresemos”.
“Yo tengo un deber, como candidato presidencial de Chile, de expresar mi posición. Porque en pocos meses más aspiramos a que nosotros cambiemos el rumbo de una parte de la historia de Chile”.
“Por de pronto, yo lo he planteado al Presidente Evo Morales –y no por Twitter como lo hace Sebastián Piñera, sino que cara a cara, quizás como el único político chileno que se lo ha dicho de frente– que me parece un enorme error judicializar las relaciones. Y le señalé algo muy simple, lejos de todas las caricaturas que se han hecho, y es que, en caso de ser Presidente, promoveré la desjudicialización mutua y simultánea de nuestros pueblos. Vale decir, que retire la demanda de La Haya el Presidente de Bolivia y su diplomacia y, nosotros como país, retiraremos la nuestra y retomaremos el diálogo”.
Eso es ser responsable, lo otro es cualquier cosa. Y me da mucha pena que mis contendores saquen ventaja de manera ignorante. Y lo divertido es que estamos conociendo ya no al Frente Amplio y a Chile Vamos, sino el Frente Vamos y Chile Amplio. Cualquier cosa. Dos coaliciones que hacen exactamente lo mismo. No saben de política exterior, desprecian a los chilenos, toman por tontos a los ciudadanos, porque les hacen creer algo que es falso. No hay ningún mecanismo legal en Chile para que un ciudadano o un Presidente pueda entregar algo a alguien. Es totalmente mentira, es una falsa polémica. ¿Que busca qué? Lavar el cerebro a todos nosotros. Nos quieren hacer creer que las cosas van bien y no, no van bien, compatriotas”.
“Yo sí estuve en el puerto de Arica. Sin guardaespaldas. No sé si Piñera pueda poner un pie ahí. Yo sí estuve en Antofagasta, en el campamento Moisés. Yo sí estuve en Iquique y escuché fuerte y claro a mis compatriotas, quienes quieren más y mejores relaciones con Perú y Bolivia”.
“Son cerca de 11 millones de personas en Bolivia, casi 30 millones en Perú. Son también mercados enormes para Chile. Mi compromiso con los emprendedores de Arica e Iquique es absoluto. Tanto es así que estuve dispuesto a ir y repetirle al presidente Evo Morales que como futuro Jefe de Estado yo creo que hay que desjudicializar las relaciones”.