Santiago 25 de agosto de 2017. Su más absoluto rechazo a la censura sufrida por la candidatura de Marco Enríquez-Ominami realizó la directiva nacional del Partido Progresista.
El PRO llegó hasta el frontis de la Sofofa, espacio en el que se realizó un foro presidencial organizado por Voces Mineras, agrupación que invitó a cinco candidatos presidenciales y excluyó a Enríquez-Ominami.
Los argumentos entregados por la organización fueron vagos y contradictorios, señalando que no hubo manera de contactar al candidato, que primaron los resultados de encuestas de opinión y que Enríquez-Ominami no era candidato en el momento en que cursaron las invitaciones.
“No aceptamos que se discrimine de esta manera al único candidato que ha dicho con claridad que propone un royalty a la minería. Las excusas entregadas por Voces Mineras no solo son contradictorias sino que están llenas de prejuicios y se sustentan en falsas premisas”, señaló el Secretario General del PRO Pedro Abarca.
Abarca agregó: “No quedaremos impávidos ante estos hechos. Chile merece candidatos que vayan de frente y presenten sus ideas al país en todas las materias posibles. Aquí Voces mineras solo quiso invitar a las voces que más les acomodan a ellos, hecho que consideramos atenta contra un sano ejercicio democrático”.
Andrea Condemarín, vicepresidenta del Partido Progresista, fue más allá. “La agrupación que lidera Sergio Jarpa sienta un peligroso precedente para futuros foros y debates. Pocas candidaturas han sido más serias y claras en sus propuestas sobre minería. El trabajo programático que Marco Enríquez-Ominami viene realizando desde hace años no se detendrá porque una agrupación como Voces Mineras decida marginarlo de un foro en el que solo habrá espacio para quienes hasta el momento solo han dado a conocer vaguedades sobre un tema que interesa a todo el país”, señaló.
Entre las propuestas mineras de la candidatura de Enríquez-Ominami se incluyen un royalty a la extracción que va del 0,5% al 1,5% dependiendo de las toneladas métricas extraídas.
A su vez propone un impuesto de 1% a las exportaciones mineras con el objetivo de financiar el Fondo Permanente para enfrentar Catástrofes (FONCAS). Dicho impuesto recaudaría unos 400 millones de USD anuales.