Fue apenas este lunes cuando el Partido Socialista formalizó un espacio de coordinación junto al Partido Por la Democracia y el Partido Radical, llamado Convergencia Progresista, que, aseguraron, se trata de un punto de partida que busca generar la unidad de la centroizquierda.
Pero existe otro espacio dentro de la oposición donde esa unidad parece mucho más cercana: los espacios que protagonizan los jóvenes en instancias como la Fiesta de los Abrazos que organiza anualmente el PC.
En dicha oportunidad, que tuvo lugar en enero, representantes de las juventudes de la DC, el PS y el PC se reunieron a conversar con el Frente Amplio, en lo que aseguraron fue “un proceso de escucharnos sin mayores compromisos”.
Nueve meses después de ese día, 15 colectivos de un amplio espectro se coordinan para las próximas movilizaciones. El grupo incluye a la juventudes de los partidos PS, PC, PRSD y PPD, además de la DC, MAS Izquierda Ciudadana, el PRO y miembros del Frente Amplio como RD, Poder Ciudadano y el MA.
“La convergencia progresista es con todos, y es ese ánimo el que mueve a las juventudes políticas. El gobierno de Piñera no sólo ha impuesto una agenda retroactiva respecto a los avances alcanzados por el movimiento social, sino que además ha llevado adelante una agenda muy dura contra la juventud con proyectos como el estatuto laboral joven y el de aula segura. Pero no es solos, es junto a los trabajadores, junto a las agrupaciones y organizaciones, siempre de la mano de las causas del pueblo”, señala Rodrigo Pinto, presidente de las Juventudes Progresistas de Chile.
La agenda a corto plazo
Tras reunirse este miércoles en la Casa de los Trabajadores de Chile, convocados por la Secretaría Nacional de Asuntos Juveniles de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), la totalidad de los presentes acordaron participar de dos actividades que se acercan.
La primera gira en torno a la demanda ciudadana por terminar con las AFP. “Es una jornada de movilización a la que está convocando la Coordinadora NO+AFP a nivel nacional, que va a ser un día de actividades además de una marcha”, explica a Emol el presidente de las Juventudes Comunistas, Camilo Sánchez. Esta tendrá lugar este 24 de octubre.
La segunda actividad es el “Paro Nacional Activo” de la CUT el próximo 8 de noviembre, que también incluirá manifestaciones públicas, cacerolazos, paralización de trabajos y jornadas de reflexión, aseguran.
“Hemos establecido la necesidad de convocar a la unidad más amplia posible para revertir el tipo de debate al que el Gobierno está convocando a nuestro país, que es el de la restricción de la democracia, a través de su ampliación por medio de un movimiento estudiantil y juvenil que sea capaz de convocar al país hacia un debate distinto”, cuenta Sánchez.
Preocupados incluso por el panorama internacional, con el avance de la extrema derecha en lugares como Brasil, donde Jair Bolsonaro pasó con primera mayoría a segunda vuelta, los jóvenes opositores creen que “hay que responder con un movimiento masivo que le quite terreno a la ultraderecha”.
“El tratamiento de la unidad dentro de la oposición, particularmente entre las juventudes políticas y el movimiento estudiantil, está acelerado y avanzado”, asegura el dirigente. “Creo que también va a ser un empuje para que nuestros partidos aceleren este objetivo, que va a potenciar el debate positivo al que debemos convocar al país”.
¿Unidad en el horizonte?
Desde su vereda, el líder de las Juventud Demócrata Cristiana, Manuel Gallardo, analiza el escenario con mesura. “El ejercicio que hemos hecho es identificar una serie de temas, y en los que exista un amplio acuerdo, lo vamos a manifestar de esa forma”, dice a Emol.
“No tengo ningún complejo en firmar una carta a la ministra de Educación por Aula Segura, como hicimos hace un par de semanas en una convocatoria a la que también se sumó el Frente Amplio, pero tampoco lo tengo para hablar de temas como la dictadura moderna de Maduro”, profundiza.
Efectivamente las juventudes opositoras hicieron entrega a la ministra de Educación, Marcela Cubillos, de una carta manifestando su rechazo a la iniciativa gubernamental a fines de septiembre.
Sobre la reunión y los acuerdos recientes, Gallardo asegura que existió “una visión general compartida” respecto a aprensiones en torno a proyectos como el teletrabajo y el estatuto laboral juvenil. “No es que estemos en contra, sino que sentimos que el contenido vulneraba una serie de garantías de derechos”, afirma.
“No hay una connotación mayor. No estamos en una etapa de formar coaliciones políticas ni nada de eso, sino que no tenemos ningún complejo en poder conversar con nuestras bancadas sobre los temas en los que tenemos un acuerdo programático, así como tampoco hay complejo en decir las diferencias cuando las hay”, concluye.
Desde el Movimiento Autonomista, el secretario político de la Dirección Nacional Estudiantil, Cristóbal Pino, explica su postura. “El Gobierno tiene una agenda que pretende reducir el avance de los movimientos sociales y los cambios estructurales en educación”, afirma.
“Hemos apostado por impulsar diálogos con distintas fuerzas sociales y políticas que permitan reposicionar al movimiento estudiantil como protagonistas en el debate nacional”, añade. Para el dirigente de las JJ.CC., el objetivo va un poco más allá: lograr un acuerdo político programático nacional a nivel estudiantil, a menos de un mes de las elecciones de federaciones universitarias.
“Queremos establecer los objetivos de mediano y largo plazo que la izquierda al interior de las universidades va a proponer al movimiento estudiantil. Un acuerdo nos puede ordenar el trabajo para los años que vienen. Podemos ir juntos o separados, pero lo más central es que podamos empujar el movimiento para hacerlo protagonista”, finaliza Sánchez.
Fuente: Emol.