Titulares como “Lo ahorcó con la manga de una camisa: joven de 21 años es acusada de matar a su hijo en Talca”, centran la atención en la acción de la madre. Pone foco en el criterio de resolución, deshumanizándola y juzgando valorativa y moralmente su actuar.

Al igual que la mayoría de las y los chilenos no queremos que casos tan brutales como éste se repitan. Las Mujeres Progresistas creemos necesario salir del enfoque cortoplacista y analizar este tipo de acciones como un hecho social, pasando al plano político. Solo de esta forma es posible entender la trama de relaciones existentes detrás de un hecho de esta naturaleza.
Este foco nos permite abrir el espacio para abordar el aborto como respuesta a una voluntad emancipatoria, rupturista, frente a una forma legitimada de poder sobre el cuerpo que, en este caso, deriva en la imposibilidad de considerar la maternidad como una opción y no como un deber.

Históricamente, la legalidad llega tarde a las necesidades sociales de transformación, y es justamente la lectura política de los hechos lo que nos permite fundamentar la necesidad de correr los límites legales.

El aborto desde su dimensión política, considerando el derecho a decidir sobre el cuerpo , es el punto de inflexión para demandar su legalidad. #quesealey.