Frente al anuncio realizado en la madrugada de este viernes en torno a la posibilidad de abrir el camino para una nueva Constitución, desde las Juventudes Progresistas de Chile declaramos:

1. El acuerdo suscrito con el gobierno por la ex Concertación y algunos partidos del Frente Amplio, es un pequeño primer triunfo de la ciudadanía y de la expresión popular, que lleva más de tres semanas levantando las banderas legítimas de la justicia, la igualdad y la dignidad.

2. Lamentamos que este acuerdo haya sido preparado, coordinado y ejecutado entre gallos y medianoche, sin discusión de las bases partidarias, así como también sin la inclusión de los movimientos sociales y ciudadanos, protagonistas de la expresión popular que moviliza a Chile desde el 18 de octubre.

3. Estamos convencidos que el proceso para una nueva Constitución no será participativo ni representativo de la expresión social, mientras en el padrón habilitado para un plebiscito de entrada no estén incluidos los jóvenes mayores de 16 años, principales articuladores y protagonistas del despertar social en Chile, tal como desde el progresismo lo hemos impulsado a través de nuestro senador Alejandro Navarro y el proyecto voto joven, que otorga la calidad de ciudadano a compatriotas mayores de 16 años.

4. De igual forma, en el contexto actual y siendo testigos de la sistemática violación de los derechos humanos cometidos por agentes del Estado chileno. Un acuerdo por una nueva Constitución sin el componente de la Justicia y la Reparación en torno a los Derechos humanos, es nuevamente entregar impunidad a este gobierno y a los altos mandos de las Fuerzas Armadas. Los atropellos, las muertes, las torturas, los perdigones, las escopetas y el trauma vivido por gran parte de nuestro Pueblo, testigo de las violaciones cometidos por uniformados, debe ser un eje central para cualquier acuerdo en torno a la paz, la justicia y al nuevo Pacto social.

5. Hacemos un llamado a los partidos políticos, a las organizaciones y movimientos sociales, y al pueblo chileno en su conjunto, a empujar los límites de un acuerdo lleno de trampas.

6. La llama de una nueva Constitución continuará prendida en el seno del Pueblo chileno, que será alimentada por la sed de justicia, el hambre de participación juvenil y el ideal de la construcción de una Patria justa para todas y todos.