Cristián Mora
Consejero Regional del Maule
Una nueva conmemoración de un 21 de mayo, fecha en la cual se inmortalizó en las páginas de nuestra historia, la gallardía y el honor de los marinos que dieron su vida en la batalla de Iquique. Chilenos, cuya circunstancia los enfrentó a las más cruenta calamidad humana; la guerra.
La imagen del Capitán Prat, engalana y ennoblece el pasillo de los museos como uno de los verdaderos referentes de inspiración ante la carencia de liderazgos que experimenta nuestra Sociedad Chilena.
Como en 1879, guardando las proporciones históricas y políticas, hoy nos enfrentamos ante una lucha mayor como ciudadanos. Una crisis sanitaria Mundial provocada por la
pandemia del COVID-19, pero también una crisis social y humanitaria.
La Pandemia ha develado las profundas desigualdades estructurales que el Modelo Neo liberal ha generado. Sobre todo, promovido por la Constitución del 80. Las desigualdades en el sistema de Salud es evidente, donde se garantiza el acceso (Público o Privado) pero condicionando la calidad en función de la capacidad de pago. Ante la presente situación, es imperativo reflexionar respecto al sistema de salud que nos cobija. Ante lo cual, hay que generar conciencia crítica por un nuevo Modelo en Salud, cuya principal garantía sea el acceso y la calidad integral.
Observamos y escuchamos estos días, que las autoridades aconsejan quedarse en casa, promoviendo protocolos de prevención ante posibles contagios de la población. Pertinente y necesario. Sin embargo, gran parte de las y los Chilenos están cesantes y desempleados por la crisis. Familias que dependen del sustento diario para alimentarse. La informalidad laboral, denota otra desigualdad propia del Modelo.
Cuando señalan que hay que quedarse en casa, de acuerdo. Pero con la actual matriz de desigualdades de oportunidades, las brechas salariales donde el 50% de los trabajadores Chilenos ganan menos de $400.000, trabajos por cuenta propia que la calidad de vida de las familias. Pero aún, estamos considerados como uno de los países más DESIGUALES del mundo en términos de ingreso (Coeficiente de Gini).
Hay que quedarse en casa, sí. Pero con un mínimo de derechos garantizados, que permitan satisfacer las necesidades básicas de la población. El Modelo de desarrollo, la
actual Carta Fundamental y el rol subsidiario del Estado, precarizan la vida de las y los Chilenos. Urge garantizar los derechos sociales a través de un nuevo Pacto Social,
pero ante todo entender que la crisis económica no la pueden seguir pagando las familias chilenas.
Seguramente el Capitán Prat, por el amor al país, sus compatriotas y su dignidad, desenvainaría su espada para luchar y vencer esta batalla por la DESIGUALDAD. Por lo mismo, saltaremos todas y todos al albordaje, para conquistar los sueños de nuestros antepasados y la DIGNIDAD de las nuevas generaciones.