Cristian Mora Parra
Consejero regional del Maule

Después de 14 años el proyecto que limita la reelección sucesiva de autoridades, despertó de su profundo sueño, para su discusión. En esencia, la reforma establece que los diputados, alcaldes, consejeros regionales y concejales podrán ser reelegidos sucesivamente en el cargo hasta por dos períodos (12 años). Por su parte, los senadores podrán ser reelegidos en el cargo hasta por un período (16 años).

Después de ser aplazado en varias oportunidades durante este año, la discusión y votación del mismo, llegó el día y el escenario no era muy amigable en el Senado.

La votación del cuerpo legal se aprobó en general el Límite a la Reelección de las autoridades.Sin embargo, se requería un quórum de 3/5 (26 votos) para aprobar la retroactividad de la reforma. Se consiguieron 22 votos, rechazando el punto esencial del proyecto. Permitiendo, eternizar a los incumbentes en sus “Parcelas de Poder” y seguir personalizando los cargos.

Por lo anterior, retornó a la Cámara para ser discutido en Comisión Mixta. Pero, el informe de abogados constitucionalistas establecieron que la reforma aprobada por el Senado sin artículos transitorios opera “In Actum”, esto es, de forma retroactiva. Esto demuestra la falta de rigurosidad, preparación y profundidad de los Senadores, como sus asesores, en aspectos jurídicos y constitucionales en su rol legislativo. Jaque.

Siendo, finalmente, aprobado por la Cámara de Diputados el límite a la reelección con retroactividad afectando a 37 diputados, 13 senadores y 95 alcaldes en ejercicio. Jaque Mate.

Punto aparte, son los jefes comunales quienes han criticado el espíritu de la ley. Son 95 de 345, las y los alcaldes que cumplirían tres períodos consecutivos o más.
Horas después de su aprobación, las pataletas partidarias no se hicieron esperar. Ejerciendo presión al Ejecutivo para eximir a quienes están en ejercicio, cuyo argumento radica en el cambio de las reglas del juego a menos de un año de las Municipales como también la imposibilidad de optar a reelección, o al Parlamento, cuyo plazo legal para renunciar expiró. En simples palabras, sin pan ni pedazo.

Sería un despropósito y un fraude Institucional, por parte del Gobierno, recurrir a una alternativa (Ley Corta) para flexibilizar y favorecer a los jefes comunales que cumplen con el límite (12 años) establecido por la ley recién aprobada.

Más aún, será inevitable el juego de las “Sillas Musicales” donde parlamentarios que estén limitados legalmente en un cargo, salten a la silla de otro cargo y viceversa para seguir alimentándose del nutritivo seno del Estado.

Los próximos procesos electorales que se aproximan, destacando el Plebiscito de Octubre. Será de capital importancia, porque marcará el rumbo de la evolución social y política que evidenciará la profundidad ética y altura moral de las próximas autoridades a elegir. No olvidemos lo que nos convocó, la memoria histórica, la justicia social, una nueva Constitución, pero más importante aún; la Dignidad de las y los Chilenos.