La colectividad fundada por Marco Enríquez–Ominami y que dirige el economista Camilo Lagos, presentó una serie de proposiciones respecto a la Unidad de Fomento en el contexto de la crisis pandémica, argumentando que –por su concepción, su diseño y su aplicación– beneficia a los más ricos y perjudica a los más pobres.
Este lunes, el Partido Progresista de Chile, a través de su presidente Camilo Lagos, presentó un conjunto de propuestas ante “el escenario crítico” que genera para la mayoría del país la persistencia del uso de la Unidad de Fomento (UF) en el contexto de pandemia y llamó a eliminar su ocupación para la toma de cualquier tipo de préstamo durante agosto de 2020 y diciembre de 2021, es decir en el período de los impactos económicos y sociales derivados de la crisis por la COVID–19.
A través de una declaración pública, la colectividad fundada por Marco Enríquez-Ominami, argumentó que –por su concepción, su diseño y su aplicación– dicha unidad de cuenta solo beneficia a los más ricos y perjudica a los más vulnerables: a los pobres, a las clases medias, a los pequeños y medianos emprendedores.
En su propuesta, el partido detalla que, a propósito de “los préstamos solidarios o créditos blandos de Sebastián Piñera a tasa 0%” se propone que –además– los valores de las cuotas sean pactados en pesos y no en UF al momento de la toma del crédito.
Asimismo, en relación a la propuesta de postergación de las cuotas de créditos hipotecarios o de consumo, la colectividad sugiere que la postergación las mismas sea calculada en pesos al momento de realizar la repactación.
El Partido Progresista insta a abrir un debate –en los ámbitos político, social y técnico– que aborde el reemplazo progresivo del sistema de UF, para establecer una única unidad de medida para calcular el valor del intercambio monetario.
En sus fundamentos, los progresistas aseguran que, si bien la UF fue creada en el Gobierno del Presidente Eduardo Frei Montalva para la revalorización de los ahorros de acuerdo con las grandes variaciones de la inflación, permitiendo que el dinero ahorrado en los bancos y cajas mantuvieran su poder adquisitivo “la dictadura militar amplió el sistema no solo al ahorro, sino también al crédito, las transacciones de bienes raíces, y los pagos a las AFP, Isapres y Fonasa, entre otros ámbitos”.
“La mayoría de los países latinoamericanos no usan una diferente unidad de medida para calcular el valor del dinero”, recalcan documento, señalando que no existen argumentos económicos para mantener el poder de la UF en el mercado financiero pues, en los últimos 25 años, el IPC no ha superado el 10% en el país.
“El problema con la UF no está en la protección que le otorga al capital, sino que en la desprotección en que deja al resto de las personas. Sólo los propietarios y dueños del capital pueden beneficiarse del mecanismo, que opera como seguro contra la desvalorización de la moneda. El resto de la población, que realiza sus transacciones en pesos, no sólo sufre la pérdida del poder adquisitivo del peso derivada de la inflación, sino que ha de pagar numerosos compromisos en una creciente UF”, explican en el escrito, mencionando que “la pérdida de poder de compra y el aumento de la pobreza, surge de estas dos fuentes”.
Por último, el Partido Progresista asegura que “toda la perversión del sistema recae sobre los ciudadanos y los asalariados, quienes deben pagar sus hipotecas, arriendos, seguros de salud, matrículas y algunas tarifas de servicios, en UF”.
“La UF no ha sido creada para cautelar el sustento, que es el salario, de los trabajadores y ciudadanos. Existe para resguardar los intereses de los dueños del capital, del gran capital en varias de sus expresiones”, concluye la colectividad en su declaración.
Propuesta_del_Progresismo_sobre_la_UF_en_el_Contexto_de_la_Crisis