La privatización de los espacios y asuntos públicos de parte de este gobierno se expresa por caminos sofisticados, pero también de manera brutal. Paulmann obtendrá de los chilenos el subsidio que desea y el grupo Matte se pregunta ¿y por qué no nosotros para HidroAysén?
En un país en el que prima el “si gritan lo devuelvo” el Grupo Matte presiona abiertamente para que les financiemos la carretera eléctrica pública anunciada por el gobierno para evitar todas las dificultades que le surgen al proyecto. La falta de “política energética” que advierte hoy el grupo Matte (pero adorada ayer por ellos mismos) se trata en los hechos de falta de política eléctrica.
La privatización de los espacios y asuntos públicos de parte de este gobierno se expresa por caminos sofisticados, pero también de manera brutal. Paulmann obtendrá de los chilenos el subsidio que desea y el grupo Matte se pregunta ¿y por qué no nosotros para HidroAysén?
En un país en el que prima el “si gritan lo devuelvo” el Grupo Matte presiona abiertamente para que les financiemos la carretera eléctrica pública anunciada por el gobierno para evitar todas las dificultades que le surgen al proyecto. La falta de “política energética” que advierte hoy el grupo Matte (pero adorada ayer por ellos mismos) se trata en los hechos de falta de política eléctrica. Lo que Chile hoy tiene, con la anuencia de los sectores empresariales en general y del grupo Matte en particular, es una propuesta de política de oferta eléctrica y no una política eléctrica responsable con objetivos precisos a los cuales las empresas deberían subordinarse.
Tal política de oferta eléctrica no es viable y no puede ser sustentable ni financiera ni económica ni ambientalmente. El movimiento progresista ha denunciado sistemáticamente la falta de planificación eléctrica de largo plazo y sus efectos perversos basada en el “más vendo más gano” con sus consecuencias: falta de eficiencia del sector eléctrico nacional y su impacto creciente en los presupuestos familiares y la competitividad nacional.
La presión del grupo Matte responde más bien a la visión de parte de ciertos grupos empresariales respecto de la falta de liquidez y el reparto de los subsidios públicos que según ellos no son equitativos. Mientras se resuelven estos conflictos, probablemente con apoyos renovados a HidroAysén (y pese a su rechazo mayoritario a nivel nacional) el sector eléctrico continuará con el sostenido aumento de tarifas, las caídas de sistemas parciales o totales, operando a punta de decretos, pese a ser de los sistemas más privatizados del mundo y cuyas rentabilidades pagamos todos: los usuarios, la PYME y el Medio Ambiente.
Se requiere urgente no sólo una política eléctrica sino de energía con un claro cambio en las reglas del juego de esos mercados.