“Esta es una ley de presupuesto que da continuidad, un presupuesto de la marmota. No hay mayor innovación respecto de lo que se ha hecho por 2 ó 3 años, es una ley en la lógica del duopolio”. Con estas palabras comentó el candidato presidencial Marco Enríquez-Ominami la ley de presupuesto anunciada anoche por el presidente Sebastián Piñera.
“Esta es una ley de presupuesto que da continuidad, un presupuesto de la marmota. No hay mayor innovación respecto de lo que se ha hecho por 2 ó 3 años, es una ley en la lógica del duopolio”. Con estas palabras comentó el candidato presidencial Marco Enríquez-Ominami la ley de presupuesto anunciada anoche por el presidente Sebastián Piñera.
El candidato del pacto Si Tú Quieres Chile Cambia agregó: “Este presupuesto les está dando expectativas iguales a cero a los jubilados; les dice que en 2014 sigan cotizando en el mismo sistema y que sus jubilaciones las van a tener que seguir apostando en el casino a ver si les va bien o les va mal. Es una ley de presupuesto que continúa y multiplica lo que para nosotros ha hecho de Chile el país más desigual de América Latina”.
Patricia Morales, coordinadora programática de la campaña, agregó: “Si bien destaca una buena gestión macroeconómica en lo que es una visión país, 600 millones de dólares de libre disposición es insuficiente. Sin embargo, nosotros vamos a tomar una serie de medidas para garantizar que se cumplan nuestras propuestas y nuestros cuatro pilares fundamentales que son educación, salud, sistema previsional y vivienda”.
Por su parte, el coordinador del programa económico Andrés Solimano señaló: “El presupuesto presentado por el gobierno es un presupuesto de transición, refleja las prioridades de la actual administración hacia el año 2014. Nosotros planteamos ítems adicionales como tributación a la minería privada, impuesto específico a la alta riqueza financiera, reducción al gasto militar –única candidatura que lo manifiesta– y la eliminación del FUT”.
Sobre el mismo punto, Carlos Ominami enfatizó: “Este es un presupuesto de continuidad con poca ambición. Lo que plantea y anuncia el Presidente de la República no resuelve los grandes temas en la educación chilena. Piñera va a dejar un gobierno bastante sólido en lo económico, pero sin ninguna resolución fundamental. Lo que vamos a tener en 2014 es un año de cierta austeridad desde el punto de vista presupuestario. Hay en el presupuesto responsabilidad fiscal, poca responsabilidad social –los jubilados no tienen ningún tipo de respuesta en este presupuesto– y hay bastante irresponsabilidad política, ya que se generan altas expectativas pero no se arbitran las medidas para que esas expectativas puedan verse materializadas en la práctica”.
Marco Enríquez-Ominami agregó: “No nos perdemos y sabemos reconocer lo bueno. Este gobierno va a entregar un monto de libre disposición mayor al que recibió, pero nos parece tímido y expresión de lo mismo. Si las expectativas de Chile son más altas es curioso que la ley de presupuesto sea tan conservadora”.
“Si somos gobierno, no estamos cerrados a explorar una ley corta que permita recaudar en el corto plazo más recursos; nuestro programa es lejos el más ambicioso de todas las candidaturas, supone una reforma tributaria de 5 puntos del PIB, 13 mil millones de dólares adicionales, inyección en gasto social, educación, salud, jubilación y vivienda y supone echar mano al fondo de libre disposición que destinaremos a salud”, añadió.
“Del fondo de estabilización social invertiremos 1.600 millones de dólares para terminar con el copago. Con esta ley de presupuesto, más una ley corta, más una reforma tributaria contundente en el mediano plazo, más los recursos que ya están anunciados en cada área, podemos decirle con propiedad que en nuestro gobierno ningún papá o mamá pagará el copago en los particulares subvencionados. Será el fin del copago para 2014, una modalidad que nos parece genera discriminación”, señaló.
Consultado sobre el debate sostenido la noche del domingo con el candidato Parisi en Canal 13, Enríquez-Ominami concluyó: “La discusión no es sobre quién es de derecha o izquierda, la discusión es quién falta a la verdad. Si te defines como un candidato de verdad, di la verdad. No puedes decir ‘soy una nueva generación de políticos’, si te juntas con Zalaquett, apoyas a Raúl Meza –defensor de Pinochet–, apoyas a Pablo Jofré que admira a Krassnoff, trabajaste en Tantauco, fuiste nombrado por el Presidente Piñera en Cochilco, defendiste a Piñera frente a un caso de conflictos por manejo de información privilegiada, entraste en 1984 a la escuela militar mientras yo estaba en el exilio con Carlos Ominami y en 2011 cuando los estudiantes estaban marchando por el fin del lucro en educación te compras un colegio y lo vendes porque es un mal negocio. Es súper legítimo ser de derecha o izquierda, no es ese el tema, es bueno que haya diferencias, pero la falta de honestidad es la que a mí me interpela”.