“Anoche en el debate Energía Presidencial quedó nuevamente en evidencia que existen candidaturas que se han preparado a conciencia, que han elaborado programas serios y que están dispuestas a exponer sus propuestas y confrontarlas con las de los demás candidatos. Por el contrario, vimos una vez más cómo representantes –como el de Michelle Bachelet– responden con evasivas en temas tan fundamentales como Hidroaysén y la energía nuclear”.
Con esas palabras comentó Miguel Márquez, encargado del área de energía del comando de Marco Enríquez-Ominami…
Márquez agregó. “La única candidatura que posee una propuesta energética y no sólo eléctrica es la de Marco Enríquez-Ominami. Eduardo Bitrán, por el contrario, fue evasivo, ambiguo y refleja las contradicciones en el seno de una comisión esencial para los próximos años. No se entiende que se hagan cargo por un lado del apocalipsis eléctrico y por el otro no tengan respuesta ni acuerdo sobre tema”.
“Sus indefiniciones sobre energía se suman a las que ya conocemos en temas laborales, de educación, asamblea constituyente, el cierre de Punta Peuco y prácticamente todas las áreas posibles. Lo planteamos con todo respeto, como siempe lo hemos hecho, y porque consideramos que todas las candidaturas deberían tener posturas claras y por escrito”, enfatizó.
Respecto de las propuestas planteadas por la candidatura de Matthei, Márquez señaló: “La opción de Matthei establece como un éxito lo hecho en el sector eléctrico al haber cuadruplicado la capacidad instalada del sistema eléctrico. Lo que no se preguntan es a qué costo. Quiénes pagaron ese desarrollo y quiénes se han visto beneficiados. Todos los chilenos pagamos ese costo con el aumento de las tarifas eléctricas de un 6% al año durante las últimas dos décadas; el medioambiente ha visto deteriorado cuencas, territorio y la calidad del aire a lo largo de casi todo Chile; y la industria y la minería que pagan las tarifas más altas del mundo”.
Márquez concluyó: “Paralelamente, los únicos beneficiados con el actual sistema han sido las empresas eléctricas, que con terremoto o sin él, con crisis económica o sin ella, ven aumentar sostenidamente sus rentabilidades”.