Una sólida participación tuvo el candidato presidencial Marco Enríquez-Ominami en el debate organizado por la Asociación de Radiodifusores de Chile (Archi) realizado en el Gam. En la ocasión, el presidenciable enfatizó su rechazó al lucro en la educación, propuso una renovación de la política y emplazó a sus contendores a poner las ideas y propuestas por delante de los ataques personales.
Una sólida participación tuvo el candidato presidencial Marco Enríquez-Ominami en el debate organizado por la Asociación de Radiodifusores de Chile (Archi) realizado en el Gam. En la ocasión, el presidenciable enfatizó su rechazó al lucro en la educación, propuso una renovación de la política y emplazó a sus contendores a poner las ideas y propuestas por delante de los ataques personales.
“Llevamos años discutiendo si es que Evelyn Matthei está o no orgullosa de la dictadura; llevamos semanas discutiendo sobre si Michelle Bachelet tiene programa; llevamos días discutiendo si Franco Parisi tiene o no deudas laborales con sus trabajadores. Yo le propongo a los 9 candidatos y candidatas a que volvamos al debate de ideas. Las biografías son muy importantes, pero discúlpenme, llega un punto en que le hacemos un flaco favor a la política. Este es un momento único en la historia de Chile, hay dinero hay una sociedad empoderada”, señaló el presidenciable del pacto Si Tú Quieres Chile Cambia en su primera intervención.
“Estoy convencido de que una segunda vuelta entre Bachelet y Matthei va a ser sobre el año 73, mientras que una segunda vuelta entre Bachelet y nosotros va ser sobre los temas que importan al progresismo, como Pascua Lama, Hidroaysén, fin del lucro en la educación, fin del aula como supermercado”, añadió.
Enríquez-Ominami enfatizó: “Yo propongo recomponer la confianza, pero esta no se logra con crecimiento como dice Evelyn Matthei ni con bonos como dice Michelle Bachelet, se trata de educación pública gratuita. Nuestro proyecto es más grande que el mes de noviembre, nuestro proyecto es renovar la política, no soy yo el dueño de la renovación de la política”.
Mirando a la candidata de la Concertación, Enríquez-Ominami señaló: “El 2006 entré a la política junto a Michelle Bachelet; el 2008, usted Michelle Bachelet, nos dejó botados a los que proponíamos la educación pública sin lucro y sin selección de alumnos. Yo le pido encarecidamente en su programa de gobierno que aún no publica que no abandone el fin al lucro, a la educación pública y la agenda laboral sobre la cual no ha dicho una sola palabra. El progresismo, Michelle Bachelet, requiere de más fuerza, por eso la interpelo fraternalmente a usted. Solo no puedo, se requiere más fuerza”.
El candidato añadió: “Cualquier candidato que le diga a Chile que va a cambiar todo en 10 minutos o que en 4 años cambia todo miente. Chile es como un barco, si usted cambia el timón llega a otro lugar en 20 ó 30 años más. Yo no quiero cambiarlo todo, sólo garantizar cuatro derechos: educación pública gratuita, salud digna, jubilaciones dignas y la vivienda como derecho básico, esto mediante una nueva Constitución”.
Respecto del lucro en la educación, Enríquez-Ominami señaló: “Hay candidaturas que promueven el lucro como Evelyn Matthei, hay candidaturas que toleran el lucro como Michelle Bachelet y hay candidatos que lucran como Franco Parisi. Yo propongo que un paso para cambiar nuestro país sea no solo un rechazo al lucro en la educación, sino que sea un nuevo Chile. El primer paso requiere consensuar que la educación sea un derecho fundamental. El hijo de rico no es rico, el rico es el papá y es éste quien debe pagar más impuestos”.
“(En la elección de 2009) por Sebastián Piñera no iba a votar. Tal como no puedo votar por Evelyn Matthei o Franco Parisi, que creen que es normal que los niños sean parte de discriminación y segregación, gente que cree que es normal lucrar con el colegio, arrendarlos, venderlos. A Bachelet el 2006 la escuché cuando dijo claramente que ella creía importante la educación pública, pero señala que es normal que un colegio para ganar plata elija a sus alumnos. Yo voté contra la LGE porque se privatizaba la educación. Veo que Bachelet en este debate confirma que tolera el lucro, y que Matthei no dice una palabra sobre los colegios”.
Respecto de la renovación de la política en Chile, Enríquez-Ominami concluyó: “¿Se recuerdan de Alf? Era un extraterrestre de la televisión que escondían. Un saludo a Osvaldo Andrade que debe andar por ahí. Mi reflexión es que para hacer cosas distintas se requiere gente distinta, es muy difícil hacer algo distinto con los mismos. Para hacer un nuevo Chile se requiere un nuevo liderazgo, mi invitación es que juntos hagamos con transparencia y verdad, con coraje y con honestidad, un Chile más parecido a como somos los chilenos”.