El paro del día de hoy de los profesores debe ser visto como una oportunidad para el gobierno y en particular para el ministerio de educación, dadas las dimensiones de la reformas esperadas en materia de calidad en la educación el integrar a los profesores al debate y elaboración de los futuros proyectos demostraría que ellos son un pilar fundamental en cualquier proceso de cambio. Y no sólo eso, tal como hemos señalado los progresistas en estos cuatro años, no se puede seguir pateando al corner la respuesta a la demanda histórica de los profesores.
El paro del día de hoy de los profesores debe ser visto como una oportunidad para el gobierno y en particular para el ministerio de educación, dadas las dimensiones de la reformas esperadas en materia de calidad en la educación el integrar a los profesores al debate y elaboración de los futuros proyectos demostraría que ellos son un pilar fundamental en cualquier proceso de cambio. Y no sólo eso, tal como hemos señalado los progresistas en estos cuatro años, no se puede seguir pateando al corner la respuesta a la demanda histórica de los profesores. Si bien es cierto que 14 mil millones no se pueden cancelar en una sola partida, este gobierno puede sentar las bases de una solución manifestando primero una voluntad de pago de parte del estado y resolverlo de manera progresiva. El ya sentar un camino junto al magisterio hace toda la diferencia del cerrarse constantemente a una respuesta concreta.
Misma oportunidad presenta el discutir la agenda corta del magisterio, es de pleno consenso global que la reivindicación del rol del profesor es clave para avanzar a estándares de países desarrollados. Eso sin duda dice relación con mejorar las condiciones laborales, con mejorar las condiciones de retiro y evaluar los vicios que podría generar la prueba inicia en el sistema educativo.
Una reforma en educación debe ser estructural. Para los progresistas sin duda que esta debe responder a los principios de Fin al Lucro, Fin a la Selección y Universalidad, pero también entendemos que implica replantearse un nuevo rol de los profesores. Como no hay educación sin ellos es difícil pensar en una reforma a la calidad sin ellos. En un segundo semestres que estará marcado por reformas como la desmunicipalización de la educación y reforma a la educación superior los actores sociales pueden ser los mejores aliados para lograr los cambios.
Firma: Directiva Nacional del PRO