Un llamado a no caer nuevamente en las prácticas cupulares, que caracterizaron a la Concertación en los años noventa, hicieron los líderes del Partido Progresista (PRO).
Frente a las declaraciones del Senador Adolfo Zaldívar, en relación a la necesidad de que ciertos acuerdos no debían hacerse de cara a la opinión pública, justificando así la negociación que derivó en el acuerdo en el Senado en torno a la Reforma Tributaria, Patricia Morales, Presidenta del Partido Progresista (PRO), señaló que el movimiento progresista surge precisamente para enfrentar las viejas prácticas de la política, que se alejan de la ciudadanía y que debilitan las instituciones democráticas.
“El 2009, con la candidatura de Marco Enríquez-Ominami, planteamos la necesidad de construir nuevas prácticas políticas, de hacerla más participativa, más democrática y más transparente. La derrota de la Concertación, se debió, en lo fundamental, a que la ciudadanía rechazaba una forma de hacer política que se alejó de ella, que le dio la espalda, que buscaba votos haciéndole promesas, pero que gobernaba dándole explicaciones”.
“El senador Zaldívar no puede pretender que volvamos a aceptar estas viejas prácticas. El movimiento social de los años recientes, dejó en claro, que este país ya no aceptaba que se llegaran a acuerdos a sus espaldas. Y la Presidenta Bachelet volvió a Chile, e hizo campaña, con la promesa de que estas prácticas no continuarían”.
Por su parte, Pedro Abarca, Vicepresidente del PRO, indicó que la Nueva Mayoría debe decidir si apostar a construir una mayoría ciudadanía y política que impulse los cambios profundos que Chile mayoritariamente votó o quiere regresar a las viejas prácticas de la Concertación, que cede al veto de una minoría conservadora y frena los cambios que Chile reclama.