La propuesta de cambio del SIPCO (Sistema de Protección al Contribuyente del Impuesto Específico a los Combustibles) y los bonos focalizados a ciertos usuarios anunciada hace unos días es precaria y sigue la tónica de otras propuestas de este gobierno: escasa, limitada, más de lo mismo pero peor. Y ahora incluso agregan un bono electoral.
La propuesta de cambio del SIPCO (Sistema de Protección al Contribuyente del Impuesto Específico a los Combustibles) y los bonos focalizados a ciertos usuarios anunciada hace unos días es precaria y sigue la tónica de otras propuestas de este gobierno: escasa, limitada, más de lo mismo pero peor. Y ahora incluso agregan un bono electoral.
El Movimiento Progresista y el MAS denuncian y rechazan este ajuste mínimo a los precios de los combustibles porque se trata de medidas que mitigan sólo en forma momentánea, y cuyos efectos están reducidos solo a algunos beneficiarios, postergando una vez más la solución al acceso a los combustibles en forma segura y a precios razonables para la mayoría de los chilenos.
Lo rechazamos porque representa una oportunidad más desperdiciada para dotarse de un instrumento que desde el punto de vista energético, intente enfrentar la extrema vulnerabilidad y dependencia de combustibles de los cuales carecemos. El aumento sostenido de los precios del petróleo y gas, y por ende de los combustibles derivados, es insoslayable y tarde o temprano lo pagarán los consumidores. Ni el mejor de los Sipco será capaz de mitigar el alza que en el mediano y largo plazo tendrán los carburantes.
¿Qué ofrece en los hechos el gobierno? Ajustes menores -precios de referencia y valores mínimos y máximos de las bandas más estrechos a los que tenía el Sipco y que en los hechos hacia que no funcionara o escasamente- y bonos a algunos usuarios que por cierto lo necesitan: taxistas, colectiveros y transportistas de escolares. No obstante, el Sipco mantiene la arbitrariedad en la aplicación del mecanismo y con ello se reserva el Ministerio de Hacienda su aplicación dependiendo de la coyuntura. La propuesta no sólo continúa excluyendo a la grandes empresas de pagar este impuesto como es la situación hoy día, sino que además, su paralela propuesta de impuestos verdes palidece al no incluir el impuesto a todos los combustibles y en particular al carbón, como ha sido propuesto por sectores progresistas.
El PRO y el MAS no se cansan de decirlo: Chile es un país inequitativo y en extremo vulnerable en el tema energético y ambiental. La gran oportunidad de esta limitada propuesta es que abre el debate para algo en serio y mayor: una verdadera política energética que aborde de una vez por todas, el sostenido aumento de los precios de los combustibles y la vulnerabilidad y dependencia de nuestro país de combustibles de los cuales carecemos sin descuidar el desafío del cambio climático. El PRO y el MAS está disponible para ello.
Marco Enriquez Ominami
Presidente del PRO
Alejandro Navarro B.
Vicepresidente del Senado
Presidente del MAS
Miguel Márquez
Comisión de Energía y Medio Ambiente
Fundación Progresa
Claudia Mix
Miembro de la Comisión Política del MAS