El presidente del PRO se refirió a las publicaciones de importantes medios norteamericanos y chilenos, que analizan el mal manejo de la crisis sanitaria en el país, que hoy se jacta de un proceso de vacunación exitoso, pero al mismo tiempo, evidencia un brusco aumento de casos nuevos de COVID-19, y a la responsabilidad del primer mandatario en ello.

The Washington Post publicó ayer una columna escrita por Yasna Mussa, corresponsal en Chile del medio, en la que acusa al Gobierno de Sebastián Piñera de mostrar una actitud  exitista, que sólo consiguió “eclipsar” una campaña de vacunación “que pudo ser ejemplar”.

En el escrito, la profesional desarrolla un análisis basado en cifras concretas y recomendaciones de organismos nacionales e internacionales del área de la salud que no fueron acogidas por el gobierno, enfrentando a las chilenas y chilenos a un aumento brusco de casos atribuibles a la falsa sensación de seguridad que la información entregada a la población sobre el plan de vacunación generó, “…el gobierno celebraba por adelantado los resultados de la vacunación instalando una narrativa de éxito que entregaba un mensaje errado. Fue el impulso que hacía falta para dar rienda suelta a salidas, viajes al extranjero y dentro del país, compras y reuniones sociales”, señala la comuna.

En la misma publicación, Mussa analiza que, “En cada reporte sanitario y felicitación que llegaba desde el extranjero, el gobierno se sumaba al entusiasmo sin revisar los protocolos y mucho menos asumir una cuota de autocrítica. Solo hubo reacción cuando las cifras hablaron por sí mismas, decretando una cuarentena total que deja a 97% de la población en un confinamiento estricto debido a la urgencia de la última semana”.

Al mismo tiempo, The New York Times presentó a Chile como un ejemplo de lo que sucede cuando toda la confianza está puesta en una campaña de inmunización y se reducen las medidas de prevención impuestas a la ciudadanía, señalando que dicho error, cometido por las autoridades chilenas, sería una advertencia para otros países. “Al flexibilizarse las restricciones de viaje, escuelas y actividades económicas, dicen los expertos, se creó la falsa sensación de que lo peor de la pandemia había pasado”, menciona el periódico norteamericano.

Los medios nacionales no se quedan atrás a la hora de criticar las acciones del gobierno que hoy tienen a Chile ostentando cifras vergonzosas de casos y fallecidos. Un artículo de hoy de El Mostrador señala: “La situación crítica que vive el país en términos sanitarios tiene su explicación no solo en decisiones sanitarias, sino también en consideraciones estrictamente políticas que involucran directamente al segundo piso de La Moneda, desde donde salen los criterios que no siempre privilegian las consideraciones de salud”.

Gobierno en negación

Aunque ministro Paris rechazó los artículos de ambos medios norteamericanos, Camilo Lagos, presidente del Partido Progresista señaló que, “No hay dudas de que la razón del colapso actual del sistema sanitario y el aumento de casos y fallecidos por COVID-19, es responsabilidad exclusiva del gobierno, que con su actitud exitista por el proceso de vacunación, abrió colegios y fábricas antes de tiempo”, agregando que, “Chile pasó de ser el ejemplo mundial en las vacunas, al ejemplo mundial de cómo el exitismo de un presidente puede hacer colapsar todo un sistema sanitario”.

En el mismo sentido, el timonel de los Progresitas es enfático al señalar que Piñera ha decidido no escuchar a expertos chilenos e internacionales, razón por la que “el responsable tiene nombre y apellido: Sebastián Piñera”, haciendo una comparación con las y los mandatarias/os de otros países, Lagos menciona: “En Alemania, Merkel ha asumido toda su responsabilidad. En el Reino Unido, Johnson ha dicho: “Como primer ministro, asumo la completa responsabilidad por todo lo que ha hecho mi gobierno”. No esperamos menos del presidente de Chile, Piñera, tiene que asumir sus errores y horrores”, dice.

Respecto de el rol y la actitud de Enrique Paris, el presidente del PRO señala que, “Piñera tiene un ministro de Salud desempoderado y otro en las sombras –Mañalich– y este último habla por la prensa olvidando la catástrofe sanitaria y la cantidad de fallecidos que escondió”.