Lorena Figueroa Campusano
Consejera Federal Progresista
Días proclamados por las naciones unidas, tratados internacionales ratificados y firmados por el estado de Chile, asignación de recursos al servicio nacional de la discapacidad (Senadis), para promover la inclusión de… Lo cierto es que, se gastan más recursos en reuniones, seminarios y encuentros de “técnicos y expertos en”, buscando cada año la mejor manera de llamar a una persona con una condición diferente, que en generar espacios e instancias de inclusión real.
No puedo desconocer que ha habido buenas intenciones desde los gobiernos en los últimos 20 años, sin embargo hoy en pleno siglo 21, año 2018, en nuestro país continuamos financiando los derechos de las personas con discapacidad a punta de completadas, bingos, rifas y el buen corazón de padrinos mágicos. Y no es que seamos negativos pesimistas o mucho menos, cuando evidenciamos que la teletón es una clara muestra de un estado que hace rato se quedó repitiendo en su gestión. A la teletón, su obra, sus trabajadores y las familias beneficiadas dejémoslas tranquilas, la crítica no es a ellos, es a un sistema que no funciona cuando de reivindicar derechos se trata.
Pero, hoy quiero poner el acento más allá de un estado ausente, sistema fallido o el oportunismo del empresariado y políticos, el acento hoy va para ti y para mí que más allá de escribir opiniones a favor o en contra de este sistema, nos quedamos contemplando como la vida pasa y sin tener la mínima intención de involucrarnos con la realidad que vive el 20% de la población chilena. Individualismo, así se llama, y populismo también. Nos gustan las causas más bulladas, las que congregan más like, más RT. Y a las personas con discapacidad las continuamos mirando como “los pobrecitos”. Sí, nuestra actitud eso hace, eso logra. “Los niños”, así les decimos a adultos con discapacidad, sin pensar siquiera que al igual que nosotros, esa persona crece, se desarrolla en todos los aspectos biológicos y siente las mismas cosas. Pero, es tal la falta de apoyos que muchos terminan sus días encerrados en sus hogares, viendo televisión o en completo abandono.
¿Esperamos que esto cambie algún día? ¡Yo sí quiero! ¿Estaremos de acuerdo y disponible para ello?…
¿Y mientras qué hacemos? Yo prefiero salir de mi zona de confort, marchar menos y hacer más.