Un llamado a que las candidatas Michelle Bachelet y Evelyn Matthei se sumen a nuevos debates realizó el comando del candidato Marco Enríquez-Ominami.
“El debate de Marco con el candidato Parisi en ‘Protagonistas 13’ demostró cuán buenos para la democracia son los debates y cuán insano es restarse –u ocultarse– de ellos.
Un llamado a que las candidatas Michelle Bachelet y Evelyn Matthei se sumen a nuevos debates realizó el comando del candidato Marco Enríquez-Ominami.
“El debate de Marco con el candidato Parisi en ‘Protagonistas 13’ demostró cuán buenos para la democracia son los debates y cuán insano es restarse –u ocultarse– de ellos. La única posibilidad que tiene el país de enterarse cuál es la visión de sociedad de un candidato o candidata es, precisamente, por este mecanismo masivo de difusión”, señaló Jaime Parada vocero de la campaña de Enríquez-Ominami.
Parada, concejal (PRO) de Providencia, agregó: “Quienes se ocultan diciendo cosas como ‘he optado por estar con la gente’ en lugar de asistir a los debates están haciendo un juego tramposo”.
Por su parte, Patricia Morales, coordinadora programática de la campaña y candidata a diputada por el distrito 23, señaló: “Ellas saben mejor que nadie que las posibilidades de debatir en Chile son poquísimas, y que además todo lo que digan en regiones para un centenar de personas puede y debe ser dicho en televisión para millones. Marco ha hecho ocho giras nacionales, tiene mayor vocación de reunirse con la ciudadanía que cualquiera. Pero a diferencia de las candidatas del duopolio, siempre ha estado dispuesto a liberar la agenda para debatir”.
Morales agregó: “Hoy las candidatas de la Concertación y la Alianza juegan al escondite, porque tienen mucho por lo cual responder. Y eso la gente lo percibe y castiga”.
Respecto del debate sostenido la noche del domingo en Canal 13, Morales concluyó: “Parisi demostró que lo suyo es la inconsistencia. Su historia de vida lo demuestra. Un neoliberal como pocos, capaz de lucrar con educación y al mismo tiempo proponer paliativos –algunos algo ridículos, como el ajedrez obligatorio– para la crisis estructural del sistema educativo. Fue cadete de la Escuela Militar en 1984, en una etapa feroz de la dictadura, hoy se opone a cualquier solución para la mediterraneidad de Bolivia y al mismo tiempo reniega de su derechismo. Parisi, en cualquier parte, sería considerado de derecha dura, lo que no constituye ningún problema en sí, el problema es faltar a la verdad y no hacerse cargo de su pasado”.