Domingo 09/12/2018. En las últimas horas el gobierno de Chile reconoció que, según su ideología, “la migración no es un derecho humano” y como país miembro de las Naciones Unidas no suscribirá el Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular. El Partido Progresista de Chile rechaza esta decisión arbitraria de empobrecer la posición de Chile frente al mundo e insta a este gobierno a revisar la respuesta vergonzosa y autoritaria que ha asumido frente a este pacto.
Sebastián Piñera ha ido muy lejos en la resta de derechos para los chilenos, pero hoy incluso pretende hacerlo con un derecho humano inalienable y reconocido globalmente: la migración. Los países firmantes del pacto se comprometerán a cuestiones tan básicas y humanas como:
– Solucionar problemas y riesgos que se han en el marco de la migración como la trata y tráfico de personas.
– Evitar medidas para evitar el flujo de personas como la separación de las familias y la detención de migrantes.
– Reconocer el derecho de migrantes en busca de mejores oportunidades a recibir salud y educación en los países que los acogen.
Cuando Piñera mira la cordillera no ve su belleza majestuosa sino un muro infranqueable, el sueño de Trump que a él le salió gratis. Por eso, cuando el subsecretario del interior, Rodrigo Ubilla, dice que “el derecho lo tienen los países de definir las condiciones de ingreso de los ciudadanos extranjeros”, este gobierno, con Piñera a la cabeza, confunde la soberanía con el autoritarismo.
Las transnacionales llegan a Chile sin mayores regulaciones para que cuiden el empleo nacional, pero si llega un ciudadano pobre entonces allí sí hay reglamentos discriminatorios. Piñera y su gobierno valoran más el capital que a las personas, pone a Chile al nivel de Trump y demuestra que cuando se trata de las fronteras solo ve intereses económicos y políticos.