Durante estos últimos años los progresistas hemos expresado la necesidad de avanzar en políticas de integración con nuestros pueblos originarios bajo el diagnostico que como país sostenemos una deuda de reconocimiento incumplida plasmada de forma evidente en el convenio OIT 169 ratificado por el congreso el 2009: Como existen pueblos diferentes, con lenguas y territorios ancestrales diferentes el Estado se compromete a la responsabilidad de “desarrollar acciones para proteger los derechos de estos pueblos y garantizar el respeto a su integridad”.
Durante estos últimos años los progresistas hemos expresado la necesidad de avanzar en políticas de integración con nuestros pueblos originarios bajo el diagnostico que como país sostenemos una deuda de reconocimiento incumplida plasmada de forma evidente en el convenio OIT 169 ratificado por el congreso el 2009: Como existen pueblos diferentes, con lenguas y territorios ancestrales diferentes el Estado se compromete a la responsabilidad de “desarrollar acciones para proteger los derechos de estos pueblos y garantizar el respeto a su integridad”. Dicho convenio obliga a dar respuestas al pueblo Rapa Nui en isla de Pascua, a los Aymaras en el norte y a los Mapuches en el Sur. Al cumplimiento de dicho convenio los progresistas hemos sumado la necesidad de avanzar en un reconocimiento constitucional de los pueblos originarios (un país que se reconozca constitucionalmente como plurinacional, pluricultural y plurilinguistico) y la necesidad de avanzar en su integración en el parlamento con representantes electos bajo un padrón propio.
Todo lo anterior por tanto expresa la urgente necesidad de un cambio de mirada, de un nuevo paradigma, avanzar en políticas de integración real y no sólo en políticas de superación de la pobreza y seguridad, modelos que han demostrado su fracaso al no atacar el fondo del problema, un cambio cultural.
Bajo esta mirada es que ante el debate suscitado en la Araucanía con las declaraciones y acciones del Intendente Huenchumilla hoy los progresistas decidimos manifestar nuestro público apoyo al coraje que ha demostrado el intendente en la búsqueda de caminos y puentes de diálogo con nuestros pueblos originarios. Un intendente que ha sabido pedir perdón a nombre del estado a los pueblos originarios es la expresión del cambio de paradigma que hoy los progresistas defendemos y que reconocemos como necesario para avanzar en paz social e integración real. Decimos esto sin dejar de recalcar que además de constructores de puentes los cambios en materia de pueblos originarios implican necesariamente una nueva constitución construida por todas y todos.
Firma Directiva Nacional Partido Progresista