“Una sociedad auténticamente democrática no puede tener una democracia en lo político y una alta concentración en lo económico”, señaló el Encargado del Programa Económico de Marco Enríquez-Ominami, Andrés Solimano.
El Doctor en Economía del MIT –quien se ha desempeñado como director del Banco Mundial, Asesor Regional de la Cepal y Director de Flacso Chile, entre otros cargos– expuso la visión de Democracia Económica en un encuentro de la Sofofa.
“Una sociedad auténticamente democrática no puede tener una democracia en lo político y una alta concentración en lo económico”, señaló el Encargado del Programa Económico de Marco Enríquez-Ominami, Andrés Solimano.
El Doctor en Economía del MIT –quien se ha desempeñado como director del Banco Mundial, Asesor Regional de la Cepal y Director de Flacso Chile, entre otros cargos– expuso la visión de Democracia Económica en un encuentro de la Sofofa.
Como parte de su diagnóstico, Solimano señaló: “Chile está pegado en una concepción que está siendo superada, que es mirar el PIB per cápita como el único índice internacional; es usar el PIB como número de bienestar. Esto no quita que sea importante crecer, pero hay que crecer con una óptica más balanceada”.
Junto con resaltar el hecho de que el 1% de la población concentra gran parte del ingreso nacional, agregó: “Chile no sólo ha crecido –por eso no hay que mirar sólo la caja chica– sino que se ha desindustrializado. Estamos en un país que está muy por debajo del promedio de la industria internacional. La productividad en Chile es sumamente desigual. Si a alguien le da lo mismo que nos estamos desindustrializando, bueno, tiene que decirlo”.
Respecto de la concentración de la economía y los recursos, expuso: “¿Queremos ese tipo de capitalismo, en el que hay una alta concentración, en el que el 60% de los créditos está asignado solamente por tres bancos? La visión filosófica que tenemos es que una sociedad auténticamente democrática no puede tener una democracia en lo político y una alta concentración en lo económico. Chile es uno de los países que tiene más concentrados los medios de comunicación de masas. Chile tiene libertad de prensa, pero no tiene diversidad de prensa. La televisión universitaria se privatizó completamente; esa concentración también está ligada a la concentración económica. No podemos tener esa división un poco esquizofrénica entre la concentración y la democracia. Esto es un proceso de inercia en el que comienza a pensar que lo normal es lo natural”.
Respecto de los recursos naturales, enfatizó: “Creemos que en la propiedad del agua Chile tiene una anomalía. El 80% de la propiedad del agua está en una empresa extranjera. Los derechos del agua deben pasar a manos del Estado, después los puede concesionar, pero debe tener mayor presencia”.
Respecto del área de minería, sostuvo: “Chile tuvo la suerte de tener la gran minería del cobre; el PIB per cápita de Chile sería muchísimo menos sin el cobre. Pero se encuentra desnacionalizada y altamente privatizada. Hemos hecho negocios que son claramente no convenientes para nosotros. Codelco ha ido bajando su poder relativo en la empresa del cobre, hemos dejado que se achique en un proceso constante y silencioso. De acuerdo con la Constitución, Chile es dueño de todas las riquezas del subsuelo, pero cuando se mira la realidad parece que eso no existe. Hoy en día tenemos esas dos legislaciones, la del Código Minero y la Constitución. No se ha creado una refinería de cobre en los últimos 15 años, ninguna empresa ha invertido en cobre manufacturado. Un gran subsidio que hay en el cobre es un muy bajo royalty. En la gran minería hay cerca de 40 millones de dólares en renta pura que el Estado chileno dejó pasar y se quedó con todos los problemas de educación, salud, etc”.
Junto con referirse a los fondos de pensiones y temas energéticos, el encargado económico de Marco Enríquez-Ominami abordó el gasto público.
“Existe un problema de prioridades. Chile es un país con bajo gasto en educación pública, pero al mismo lado tiene el gasto militar más alto junto a Cuba, que tiene una realidad completamente distinta. El comprar y comprar armas tiene un costo alternativo muy alto y no se justifica. Es por esto que proponemos disminuir el gasto público en defensa”, concluyó.
En los próximos días, Marco Enríquez-Ominami dará a conocer su programa económico, el que incluye una reforma tributaria que busca recaudar US$13 mil millones, equivalentes a 5 puntos del PIB.