Desde hace muchos años la Organización Internacional del Trabajo (OIT) viene cuestionando, profesionalmente y sin ninguna intención de perjuicio, la realidad del sistema previsional chileno, llegando a la conclusión de que el sistema previsional existente se encuentra en total discrepancia con ciertos Convenios Internacionales de la OIT relacionados con la Seguridad Social. De manera particular es totalmente contrario a lo que señala el Convenio Nº35 de la OIT, que tiene que ver con los mecanismos de financiamiento y es totalmente contrario al Convenio Nº 102, que señala que la previsión no puede ser administrada por entidades con fines de lucro.
Desde hace muchos años la Organización Internacional del Trabajo (OIT) viene cuestionando, profesionalmente y sin ninguna intención de perjuicio, la realidad del sistema previsional chileno, llegando a la conclusión de que el sistema previsional existente se encuentra en total discrepancia con ciertos Convenios Internacionales de la OIT relacionados con la Seguridad Social. De manera particular es totalmente contrario a lo que señala el Convenio Nº35 de la OIT, que tiene que ver con los mecanismos de financiamiento y es totalmente contrario al Convenio Nº 102, que señala que la previsión no puede ser administrada por entidades con fines de lucro.
Es decir, Chile mantiene un sistema previsional que no tiene respaldo en los principales Convenios Internacionales sobre la materia. Tenemos un sistema caro, controlado mayoritariamente por capitales extranjeros, riesgoso en cuanto a la administración de los fondos, donde normalmente pierde el afiliado y nunca los dueños de la AFP, donde sólo cotizan los trabajadores y que otorga bajas pensiones, porque además tenemos un sistema laboral que genera empleos precarios y bajos salarios. Tenemos un sistema previsional alejado de la ética que imponen los principios universales de la seguridad social.
Un sistema poco ético, que después de mucho tiempo y de una incansable lucha de las organizaciones sindicales logra que en el mes de julio de 2013 se apruebe una ley que obliga al empleador a tener pagadas las cotizaciones previsionales para validar el despido (artículo 162 inciso 5 del Código, conocida como Ley Bustos). Esto implica que los términos de contrato o despidos por los artículos 159 números 4, 5 y 6, 160 y 161 del Código del Trabajo, sólo producirán efecto si las cotizaciones están pagadas hasta el último día del mes anterior al del despido.
Un sistema poco ético que después de 32 años el poder legislativo chileno toma la decisión de presentar un proyecto que sanciona a empleadores que descuenten y no paguen las cotizaciones previsionales. Tarde se da cuenta la clase política chilena, en especial quienes han gobernado en democracia, que es necesario sancionar a los empleadores y/o empresarios que descuentan mensualmente las cotizaciones previsionales a sus trabajadores y que luego se quedan con ese dinero en su poder, es decir, que se apropian indebidamente de un dinero que no les pertenece. En otras palabras, malos empresarios, sin ética ni responsabilidad social.
Hace sólo unos días atrás en la ENADE 2013, su presidente Andrés Santa Cruz dijo: “No podemos aceptar que la conducta de unos pocos ponga en tela de juicio a la mayoría de los empresarios, que buscan lo mejor para sus colaboradores y clientes”.
“Al fresco, fresco; al sinvergüenza, sinvergüenza, y al inocente, inocente”, dijo Santa Cruz y se pronunció a favor de condenas “penales”. “Tenemos que ser muy duros con las personas que pasan la línea de lo ético, de lo legal y afectan el funcionamiento de la sociedad”.
Son varios los casos en que empresarios o inversionistas han pasado la línea de lo ético; La Polar es uno de los más escandalosos. Empresarios que reciben premios por su Responsabilidad Social y que luego terminan en la cárcel.
Un nuevo caso es el que afecta a la Sociedad de Inversiones Palermo Multimedia S.A., donde el candidato presidencial Franco Parisi, como representante de esta sociedad asume responsabilidades administrativas en los colegios Las Américas y La Fontaine. Franco Parisi no es sólo un inversionista que ha lucrado con la educación en Chile, es hoy candidato presidencial.
Franco Parisi compró y vendió colegios, tuvo responsabilidades en la gestión, lucró, le fue mal, porque gestionó mal y pretende ser Presidente de Chile.
¿Si no pudo administrar éticamente dos colegios, podrá administrar el país? ¿Conoce el candidato Franco Parisi, los Convenios Nº35 y Nº102 de la OIT? ¿Se trata sólo de mala gestión de dos colegios? No, se trata de una cuestión ética.
El problema de los colegios La Fontaine y Las Américas va más allá de la mala gestión de Franco Parisi y su hermano.
Existe una deuda de más de $800 millones relacionadas con incumplimiento de contrato con el Club de la República que les arrendó los colegios a Palermo Multimedia S.A.; incumplimiento de pagos por salarios y cotizaciones de Caja de Compensación de los trabajadores de ambos colegios; incumplimiento con el pago de las cotizaciones previsionales de sus trabajadores al sistema de AFP.
Es un problema ético. No se puede descontar dinero a los trabajadores, relativo a sus cotizaciones previsionales y no entregar ese dinero a las AFP correspondientes. Eso es apropiación indebida y ahora, aunque tarde, será penalizada con la nueva ley.
El sistema previsional es perverso, malo e injusto, pero se torna más injusto cuando candidatos a Presidente de la República, además de lucrar con la educación, incumplen gravemente con las responsabilidades previsionales.
El Presidente de la CPC tiene razón. “Al fresco, fresco; al sinvergüenza, sinvergüenza, y al inocente, inocente”. Con algún fundamento, la gente desconfía de los empresarios y más aun de los que no cumplen con la seguridad social. Todo tiene un límite.
Nosotros denunciamos el lucro, no estamos a favor de una AFP estatal porque queremos reponer un sistema mixto, pero fundamentalmente estamos en contra de quienes actúan al margen de lo ético.