El triunfo del Partido Popular (PP) con 186 escaños en el parlamento español sobre el Partido Socialista Obrero de España (PSOE) con tan solo 110 escaños, ya se visualizaba como tendencia en las encuestas pre eleccionarias. Mariano Rajoy Brey en la tercera ocasión que postula al cargo de primer ministro, obtuvo una amplia victoria electoral frente al candidato Alfredo Pérez Rubalcaba, en un escenario de alta participación ciudadana (71% según el Ministerio del Interior Español), donde la principal preocupación del país ibérico es el empleo, dado el 20% que han alcanzado los desempleados.
El triunfo del Partido Popular (PP) con 186 escaños en el parlamento español sobre el Partido Socialista Obrero de España (PSOE) con tan solo 110 escaños, ya se visualizaba como tendencia en las encuestas pre eleccionarias. Mariano Rajoy Brey en la tercera ocasión que postula al cargo de primer ministro, obtuvo una amplia victoria electoral frente al candidato Alfredo Pérez Rubalcaba, en un escenario de alta participación ciudadana (71% según el Ministerio del Interior Español), donde la principal preocupación del país ibérico es el empleo, dado el 20% que han alcanzado los desempleados.
Las esperanzas de cambio se han convertido en un triunfo histórico para los conservadores en el país de los indignados.
El Partido Popular tendrá desde hoy mayoría absoluta en el parlamento con un 53%, ayudados por una ley electoral que no representa proporcionalmente los votos con el total de parlamentarios elegidos, pues el apoyo ciudadano al candidato conservador fue sólo de un 44%. Sobre esto, señalamos con atención el crecimiento de Izquierda Unida, quienes quintuplicaron la cantidad de escaños, pasando de 2 a 11 cupos parlamentarios, además del crecimiento de otras fuerzas menores nacionalistas quienes restaron al candidato de la socialdemocracia.
Sin lugar a dudas, pese a la posición anti belicista expresada en la invasión a Irak, las medidas de austeridad económica impulsadas por Zapatero en el último tiempo le pasaron la cuenta al PSOE, sin siquiera poder conducir y negociar la oleada crítica hacia el capitalismo a ultranza y los efectos de la crisis europea. El escenario que enfrentan todas las fuerzas políticas españolas, está fuertemente atravesado por la crisis económica financiera que afecta a la Unión Europea, donde se ha observado como dato en el análisis de tendencias, que en momentos de crisis económicas el electorado suele optar por proyectos de derecha.
Desde el Partido Progresista lamentamos este gran retroceso para el progresismo internacional, pues con la llegada de la derecha conservadora al gobierno español, sólo vendrán medidas de mayor austeridad fiscal, y con ello más inseguridad social. La apuesta discursiva que ha sostenido el PP por la renovación de los liderazgos no es garantía de una salida democrática e inclusiva frente a crisis económica, si no que los “populares” le pregunten a su par chileno. Lamentablemente otra vez, las buenas noticias han llegado para el mercado.
Por último, el triunfo de una de las derechas más conservadoras del mundo en un contexto de movilización social de los “indignaos”, constituye una muestra de que las mayorías sociales requieren constituirse en mayorías electorales, en opciones de poder, de lo contrario la clase política tradicional tiene garantizada su reproducción por un largo periodo independiente de la indignación de muchos.