Así se manifestó el líder progresista frente a la decisión del presidente de la Democracia Cristiana, Ignacio Walker, de no dar curso a la reforma constitucional que impedía que los establecimientos educacionales con fines de lucro reciban financiamiento estatal.
Así se manifestó el líder progresista frente a la decisión del presidente de la Democracia Cristiana, Ignacio Walker, de no dar curso a la reforma constitucional que impedía que los establecimientos educacionales con fines de lucro reciban financiamiento estatal.
“El movimiento por la educación, respaldado por la mayoría de los chilenos, ha dicho claramente que deben cambiar las reglas del juego, que esta dinámica de un Estado que subsidia a grandes grupos empresariales, a los bancos e instituciones financieras y que en Chile ha ampliado la desigualdad manteniendo a las familias en un endeudamiento crónico, no va más, se debe acabar”, dijo el presidente del Partido Progresista (PRO), Marco Enríquez Ominami, en respuesta a la decisión del timonel de la Democracia Cristiana (DC) Ignacio Walker de no dar curso a la reforma constitucional para impedir que los establecimientos educacionales con fines de lucro reciban financiamiento estatal.
“El derecho a la educación y el impedimento del lucro con recursos públicos deben ser garantizados por la Constitución, y lamentablemente los líderes de la DC no han estado a la altura, no han querido hacer el cambio constitucional que Chile exige”, enfatizó el presidente del Partido Progresista.
El líder progresista señaló como un nuevo gran error la decisión de los senadores concertacionistas como Walker de no apoyar el cambio constitucional para impedir el lucro con recursos públicos, mostrando un débil compromiso con la reforma al modelo educativo en crisis: “Educación privada, donde gente particular obtiene ganancias con sus propios recursos, existe en todos los países del mundo, pero no este extraño modelo de mercado parasitista chileno, donde todos financiamos la ganancia de pocos, con fondos públicos, donde se permite además segregar con recursos públicos. Esto no ocurre en ningún lugar y no puede seguir ocurriendo, ojalá líderes conservadores de la Concertación logren comprender esto, y defiendan la reforma profunda más allá de las declaraciones, pues esta ciudadanía no aceptará una nueva LGE”, señaló Enríquez-Ominami.
Por su parte, la Vicepresidenta de Educación del PRO, Alejandra Bottinelli, enfatizó: “No se trata de “legalizar” el lucro con recursos de todos, sino de todo lo contrario: de impedir ese asalto con guante blanco al bolsillo de todos, y para eso no basta solo un articulado tipo “semáforo” para quienes estén haciendo ganancias con el dinero de los demás, sino que es nuestra Carta fundamental la que debe cuidar que eso no pase más en Chile”, señaló.
A juicio de la dirigenta, el de Walker es un argumento falaz: “nadie entiende cuáles serán los incentivos de los que habla el presidente de la Democracia Cristiana Ignacio Walker para que los privados, que se han enriquecido por décadas con las subvenciones, con las exenciones tributarias y mil ardides, dejen de lucrar, es éste un argumento mentiroso, o ¿acaso vamos a ofrecerles nuevos negocios con aval del Estado? No estamos disponibles para eso. Los políticos concertacionistas se quedan nuevamente atrás de la ciudadanía y no comprenden que una separación más clara entre Estado y Mercado en el ámbito de los derechos, es indispensable”, dijo.
Finalmente, los dirigentes progresistas recalcaron la necesidad de que el gobierno y los sectores políticos asuman la grave situación en que está la educación y entiendan que debe mostrar un ánimo de acoger las demandas de los estudiantes y reabrir el diálogo.