Por Lilian Quilaqueo,
Militante Progresista
Siento una tristeza profunda.
No logro imaginar cómo es posible para un Mapuche, tener esperanza en la vida. Si en su propio territorio los reprimen, persiguen y matan.
En esa tierra que un día solo fue de él, en la que había suficiente para todos, en la que la vida era en son de la Ñuke Mapu. En la que los problemas se solucionaba bajo el concepto único de la cosmovisión ancestral. Esa tierra que cruelmente le robaron sin piedad los invasores.
Como una Ñuke, puede sentir esperanza de ver crecer a su hijo sano y feliz si al salir a andar por su tierra viene el Estado asesino y lo fusila.
No logro imaginarlo.
Siento una tristeza profunda, soy Mapuche, y no vivo esa incertidumbre por mis hijos.
Siento una tristeza profunda, porque el Estado sigue matando a mi Pueblo.
Siento una tristeza profunda, porque Arauco llora una vez más a un hermano.
Siento una tristeza profunda, soy Mapuche.