La dirigenta de la colectividad que dirige Marco Enríquez-Ominami señaló que no le extraña que a la derecha le encante la propuesta porque de esa manera se financia la demanda de las privadas como una reinyección encubierta de recursos desde el Estado.
La dirigenta de la colectividad que dirige Marco Enríquez-Ominami señaló que no le extraña que a la derecha le encante la propuesta porque de esa manera se financia la demanda de las privadas como una reinyección encubierta de recursos desde el Estado.
“La derecha tiene aquí razón al congratularse por la coincidencia con la propuesta de la Concertación, tiene razón porque lo que hay lamentablemente aquí es un movimiento falso, de hacer como que todo cambia para que no cambie nada”. Así dio a conocer su postura la vicepresidenta del Partido Progresista (PRO), Alejandra Bottinelli, respecto la propuesta que presentó la oposición para destrabar el conflicto en educación.
Según Bottinelli, la propuesta de la Concertación no compromete criterios, plazos, montos en ninguno de sus puntos. “Habla de una reforma tributaria vaga, de un aporte basal sin porcentajes, de recursos sin precisar para la educación escolar y sin discriminar la particular subvencionada de la pública. No habla de aumento del gasto fiscal global en educación respecto del PIB”, señaló.
A su vez, planteó que la propuesta de la Concertación es similar a la LGE y al Crédito con Aval del Estado a las que tildó de “emocionante retórica y poquito cambio”.
La dirigenta argumentó que falta claridad en su planteamiento de Reforma Tributaria ya que es el mismo impuesto a la renta del 20%, y no específica cuánto es el porcentaje que se debe destinar de los recursos del cobre de las Fuerzas Armadas a Educación. En ese mismo sentido, expresó que la propuesta de la Concertación tampoco específica una unificación y regulación a los aranceles que cobran las instituciones.
Por otra parte, Bottinelli recalcó que la propuesta no asegura el acceso a la universidad de los pueblos originarios como se propuso por parte del mismo movimiento estudiantil.
“Una de las aspectos graves de la propuesta es que no se compromete con el fin inmediato al lucro con fondos públicos en la Educación Particular Subvencionada, tampoco en Centros de Formación Técnica e Institutos Profesionales. Habla de un proceso “gradual”, en una gradualidad que no tiene plazos, por lo cual podría ser eterna. Con esto se legitima el lucro en un “intertanto” con “transparencia total”, en que podremos saber quiénes lucran, pero parece olvidarse la Concertación que nosotros no queremos que nos cuenten que lucran, sino que queremos que no lucren más con nuestros recursos”, agregó.
A juicio de la dirigenta Progresista, la reforma de gratuidad vía becas para estudiantes de universidades públicas y privadas, “le encanta a la derecha”, pues en los hechos, financiar de esa manera a la demanda de las instituciones privadas podría representar una reinyección encubierta de recursos desde el Estado a los dueños de las Universidades privadas.
“En nuestra opinión esta revolución debe considerar un financiamiento preferente del Estado a las instituciones públicas de Educación superior que se traduzca en gratuidad al 70% de los estudiantes más pobres vía aportes basales a las Universidades y CFT e IP estatales -que deben crearse urgentemente-, y en gratuidad vía becas a las demás universidades tradicionales del CRUCH, así como consolidar un compromiso país con la gran cantidad de estudiantes, muchos de hogares modestos, que asisten a instituciones privadas no tradicionales, incluyendo Centros de Formación Técnica e Instititos Profesionales, mediante un sistema de Arancel Diferenciado que permita aliviar la carga de las familias, impida el endeudamiento y frene en los hechos definitivamente el lucro”, afirmó.