El 9 de marzo pasado, a las 10.35, el presidente del PRO, Camilo Lagos, compareció ante la unidad de fiscalizaciones especiales del Servicio de Impuestos Internos (SII), para prestar declaración respecto a dos facturas que el Servel objetó en las rendiciones de cuentas tanto del partido, como de la campaña del ex candidato presidencial, Marco Enríquez-Ominami.
La diligencia ocurre en virtud de que en, los días previos, el servicio electoral estampó una denuncia ante Ministerio Público en contra de la empresa Sociedad de Publicidad, Comunicaciones Carlos Amauri Venegas y Marcos Ortiz Ltda, de propiedad de dos ex colaboradores de ME-O. La acusación apunta a que esta empresa nació un día después de las elecciones presidenciales del 17 de noviembre pasado, por cuanto resultaría inverosímil e ilegal que los servicios fueran prestados mientras la empresa no existía.
En su declaración, Lagos da su versión de los hechos, explicitando que las facturas fueron recibidas en virtud de servicios prestados, y que justamente esos comprobantes tributarios corresponden a los trabajos de Amauri y Ortiz en la campaña presidencial y parlamentaria.
“Yo no sabía que él –Amauri- no había constituido la empresa. Mi acuerdo con él fue que nos facturaría al final de la campaña por sus servicios y yo asumí que haría todos los trámites legales en las fechas correctas. Mi única exigencia es que él debía enviarme sus facturas antes de la fecha límite que establece el Servel, que era el 30 de noviembre de 2017”, dice Lagos, al ser consultado respecto de ambas facturas que en total ascienden a $60 millones.
Los fiscalizadores del SII, Fernando Musa y María Teresa Sánchez, le preguntaron a continuación: “¿Existe algún contrato por las prestaciones señaladas?”.
Lagos contestó: “El acuerdo con Amauri Chamorro –publicista ecuatoriano que trabajó en la campaña de Rafael Correa- fue tomado en los meses anteriores al inicio de la campaña. Él nos presentó diversas propuestas de campaña y acordamos consensualmente alrededor de 30 mil dólares mensuales por los tres meses de campaña”.
“¿Usted tiene conocimiento si las facturas señaladas fueron canceladas?”, preguntaron los representantes del SII.
“Una fue pagada, la factura n° 1, la de Marco Enríquez-Ominami. Yo le iba abonando a esta empresa a medida que tenía recursos. Los ingresos entran a una cuenta electoral del Banco Estado y con esas platas se iba pagando en efectivo. No lo hacíamos por transferencia porque esta empresa no tenía cuenta corriente. La otra factura no la hemos cancelado, por tanto está pendiente de pago”, respondió.
Esta última pregunta apunta a un asunto medular respecto a la investigación que lleva adelante en paralelo la fiscalía Centro Norte. Puesto que bajo la posibilidad de que se impute el delito de fraude al Fisco, este se configuraría con mayor nitidez en virtud de que las facturas sean rendidas con el fin de obtener reembolsos. En su declaración, Lagos exime de dicha imputación a la factura rendida en la cuenta de ME-O, puesto que asegura que esa está pagada.
También señaló que como Amauri es ecuatoriano, no podía facturar desde una empresa constituida en su país de origen. “Nuestra preocupación desde el principio fue la forma en que él nos facturaría los servicios, dado que conocemos la ley y que desde su empresa ecuatoriana no puede facturar a una campaña electoral. Por tanto, el señor Amauri siempre nos señaló que instalaría su empresa en Chile y de esa forma nos facturaría”, agregó Lagos.
Respecto a los servicios, el presidente del PRO recalca que estos fueron reales, los que consistieron en que Amauri asumía el rol de jefe comunicacional, diseñó estrategias, acompañó a entrevistas, foros y debates al candidato presidencial, realizó coaching a diversos postulantes, supervisó gráfica, publicidad y contenidos de la franja electoral, entre otras cosas.
Y finaliza: “Yo no tenía conocimiento que esta empresa se había constituido tan tarde. Nosotros pensamos que cuando empezó la campaña ya estaba normalizado. Independiente de eso, las facturas son servicios reales prestados en la campaña electoral. Ellos fueron los encargados de la campaña y eso es un hecho público y notoria”, señaló, respecto a los reportes de prensa que señalan que Amauri colaboraba en la campaña de ME-O. Del mismo modo, Lagos entregó al Servel un dossier de 200 páginas correspondiente al informe final de respaldo del trabajo de la empresa durante las campañas del PRO y ME-O.