El dirigente progresista propuso un impuesto específico a las transacciones financieras, para financiar las demandas de equidad de la mayoría de los chilenos.
Marco Enríquez-Ominami lanzó hoy una nueva propuesta como parte de la campaña de 24 reformas al sistema financiero que promueve desde la Fundación Progresa. Esta propuesta aboga por un impuesto específico a las transacciones financieras, que permita financiar las grandes demandas de mayor equidad que a su juicio, exige hoy la sociedad chilena.
El dirigente progresista propuso un impuesto específico a las transacciones financieras, para financiar las demandas de equidad de la mayoría de los chilenos.
Marco Enríquez-Ominami lanzó hoy una nueva propuesta como parte de la campaña de 24 reformas al sistema financiero que promueve desde la Fundación Progresa. Esta propuesta aboga por un impuesto específico a las transacciones financieras, que permita financiar las grandes demandas de mayor equidad que a su juicio, exige hoy la sociedad chilena.
“Las protestas de hoy en Aysén, del año pasado de los Estudiantes, tienen un denominador común, y es la enorme inequidad que se vive en nuestro país”. El dirigente progresista recordó que el año 2010, a pesar de la contracción que significó el terremoto para el país, la banca obtuvo utilidades de USD 3.380 millones. Y que el año 2011, estas cifras fueron igual de exitosas con utilidades en torno a los USD 3.300 millones. “Estos niveles de utilidad son bochornosos al lado de las enormes necesidades que tenemos en nuestro país. Todo el plan de reconstrucción podría financiarse con las utilidades de un solo año”, indicó Enríquez-Ominami.
En este contexto, el líder progresista propuso implementar un impuesto específico al sistema financiero en el país. “Hoy en Europa hay consenso en la aplicación de un impuesto específico a las transacciones financieras, conocido como la Tasa Tobin, para enfrentar la grave crisis económica que se vive a nivel mundial. A nivel local, enfrentamos la grave crisis de la inequidad, y proponemos discutir seriamente el colocar un impuesto específico al sistema financiero”.
Esta propuesta, explicó Marco Enríquez-Ominami, viene a complementar las que el movimiento progresista lanzó en las últimas semanas. Una de ellas propone la devolución de las tasas de interés por riesgo, cuando los clientes cumplen sus compromisos, y la otra que retoma el debate congelado en el Parlamento sobre la rebaja de la tasa máxima convencional. “Las utilidades de la banca descansan fundamentalmente en los intereses y comisiones que cobran por los créditos y tarjetas que otorgan, mientras no regulemos estas tasas, no regulemos la alta concentración de la propiedad, las utilidades seguirán siendo obscenas frente a la realidad de nuestro país, y ya es hora que la clase política tenga el coraje de regular este sector”.
Finalmente, el dirigente progresista invitó a sumarse a la campaña que impulsa estas propuestas en www.24reformassistemafinanciero.cl, “Para que seamos miles los que exijamos estos cambios”, concluyó.