Cerca de un centenar de personas entre los que se reconocían actores, cineastas, periodistas, gestores culturales, periodistas y jóvenes motivados por el fenómeno cultural se reunieron en el auditórium del Ladrón de Bicicletas, para escuchar, preguntar y debatir en torno al rol de la cultura en nuestra sociedad, la pregunta era simple al igual que el titulo del encuentro” La cultura no es un bien de consumo” un seminario organizado por la Fundación Progresa.
Cerca de un centenar de personas entre los que se reconocían actores, cineastas, periodistas, gestores culturales, periodistas y jóvenes motivados por el fenómeno cultural se reunieron en el auditórium del Ladrón de Bicicletas, para escuchar, preguntar y debatir en torno al rol de la cultura en nuestra sociedad, la pregunta era simple al igual que el titulo del encuentro” La cultura no es un bien de consumo” un seminario organizado por la Fundación Progresa.
Abrió los fuegos el presidente de la Fundación, Marco Enríquez-Ominami, agradeció la presencia de tantos una mañana de sábado e hizo el primer diagnostico, “soy un convencido de que lo que se ha hecho en Chile en materia cultural en estos 21 años ha sido del todo insuficiente, pero algo se avanzó no reconocerlo es no tener corazón, repetir lo mismo es no tener cabeza” , al mismo tiempo planteó sus dudas en el quehacer del estado en materia cultural, “Se estableció alguna vez la concursabilidad, se asignaron fondos, lo que hoy se necesita es el fomento de la cultura, fomento que tuvo éxito en el gobierno de Frei y en el Gobierno de Lagos , hoy Corfo es un mal socio del emprendimiento un mal socio del estado, hay bienes de consumo que han tenido fomento como el salmón o el vino tinto chileno, no hubo concurso, se le fomentó de ahí el éxito, hay que saber cómo desde la política pública podemos obtener un mayor desarrollo cultural.
El presidente de la Fundación, reiteró que la cultura requiere de un conjunto de exenciones tributarias, se requiere mejorar la precariedad del Ministerio de la Cultura y apoyar cada vez más a la oferta que a la demanda cultural, no basta dijo Enríquez-Ominami que el consumidor tenga acceso a la cultura: “Para que haya consumidores de la cultura se necesita una gran oferta cultural de ahí entonces que es necesario, mecanismos, leyes, facilidades para fomentar la creación cultural”.
Ya de lleno en el debate en el primer panel, que moderó Patricia Morales, Directora Ejecutiva de la Fundación Progresa, el siquiatra, escritor y dramaturgo, Marco Antonio de la Parra, lamentó cómo llega la cultura a la masa y como no se han creado las condiciones para un mayor avance cultural, cada vez menos lectura, menos libros, cine para los consumidores y lejos del mundo de la cultura. Una presentación brillante y elocuente pero ello no bastó para convencer a Patricio Fernandez, periodista, escritor y fundador de The Clinic, quien afirmó que ese mundo de la cultura está lejos de lo que está pasando en Chile, de las calles, de los jóvenes que en cada marcha la protesta la convierten en arte , en carnaval en alegría. Esos jóvenes que se citan y coordinan por twitter, allí dijo Fernández, está presente también la cultura de internet.
El intercambio entre ambos fue sólo una pincelada de los temas en que más adelante profundizaron Juan Cristóbal Tomic, Encargado de cultura de la Unesco, Bárbara Negrón, Directora del Observatorio de Políticas Culturales y Juan Carlos Silva: Consejo Nacional de la Cultura y las Artes en un panel moderado por el periodista René Naranjo Periodista, además crítico de cine y gestor cultural.
Al finalizar el encuentro, Marco Enríquez-Ominami, se felicitó del nivel de los argumentos y la participación activa de la gente en los debates e hizo una invitación , “en debates como éste se vive en terreno una dinámica programática e invitamos a sumarse a todos sin ninguna exclusión”.