El candidato presidencial del Partido Progresista reiteró su posición respecto al voto voluntario, argumentando “soy de los que creen que el voto es un deber, no una obligación”. Asimismo, llamó a quienes están a favor de la obligatoriedad a transparentar “cuál es la multa que le cobrarán al que no va a votar”.
“Soy de los que creen que el voto es un deber, no una obligación”, dijo categórico este jueves el candidato presidencial del Partido Progresista, Marco Enríquez-Ominami, luego que el Senado continuara la tramitación del proyecto en mociones refundidas que busca restablecer el voto obligatorio y que se pretende aplicar a partir de los comicios del 21 de noviembre.
“Creo que el voto voluntario obliga a la clase política a ofrecer más”, agregó el líder del PRO, emplazando quienes están a favor del voto obligatorio a transparentar cuál es la multa que se le cobrarán a la persona que no va a votar.
“¿Qué es lo que es la obligación y el deber? La diferencia es la multa. A ver si el Senado es tan valiente, porque todavía no lo dicen, cuán será la multa. ¿Serán 200 mil pesos? ¿Van a meter presa a la gente que no vota? Sean sinceros, en Chile no había voto obligatorio antes de 2010, había una cosa hipócrita como lo que hace el dupolio en general”, dijo.
Y agregó que “lo que ahora hay es un sistema sincero, voto voluntario, y es tarea nuestra convocar a la gente a votar”. “El voto obligatorio, que suena súper bien desde el punto de vista del discurso, también es mentira. Cuál es la punición que van a poner, cuál es la multa. Una verdadera multa es coercitiva, es una multa que castigue, que la persona que no fue a votar, se va presa. ¿Y alguien de verdad cree que vamos a dedicar a nuestros policías desbordados, a ir a arrestar al que no vota?”.
“Yo prefiero el voto voluntario, por supuesto que, con muchas más reformas, con otro sistema político, con educación cívica, con transporte gratuito los días de las elecciones. Incluso, estoy a favor del voto electrónico, por qué no avanzar en el voto por correspondencia, por qué no estirar la semana de votación. Tenemos que volver a confiar entre nosotros, pero esta idea del voto obligatorio sin decir cuál es la multa, es pura retórica de la vieja política”, concluyó el candidato.