El Partido Progresista cuestionó los intentos del Gobierno por esconder las verdaderas cifras de la pobreza en Chile, ya sea mediante el alza de puntaje en la Ficha de Protección Social como también por el bono que recibirán las familias de más bajos recursos.
El Partido Progresista cuestionó los intentos del Gobierno por esconder las verdaderas cifras de la pobreza en Chile, ya sea mediante el alza de puntaje en la Ficha de Protección Social como también por el bono que recibirán las familias de más bajos recursos.
Una fuerte crítica a los intentos del Gobierno de subestimar las verdaderas cifras de pobreza en Chile planteó el Partido Progresista (PRO) a través de su presidente Marco Enríquez-Ominami y el Vicepresidente de Asuntos Programáticos Camilo Lagos.
Los dirigentes progresistas recordaron que hace un mes, advirtieron que el bono de asignación social que entregó el Gobierno a las familias más vulnerables ($10.000 por persona) podría afectar los resultados de pobreza de la Encuesta CASEN, que se está tomando entre octubre de este año y enero del 2012. A lo anterior, ahora se suma la denuncia de un alza de puntajes en la Ficha de Protección Social, lo que reduciría el número de beneficiarios de subsidios públicos. Al respecto, el presidente de la tienda progresista señaló “Se equivoca este gobierno si piensa que podemos entrar al club de países desarrollados por la ventana. Tenemos que asumir las realidades de nuestro país, y la urgencia de realizar las reformas estructurales que nos permitan transitar a un modelo de desarrollo más sustentable y equitativo. Pareciera por el contrario, que hay una obsesión de este gobierno por esconder la pobreza bajo la alfombra”.
Por su parte, Camilo Lagos, Vicepresidente de Asuntos Programáticos del PRO acusó a este gobierno de intentar trasladar los efectos de la crisis económica que se avizora a la clase media-baja. “El alza del puntaje en la ficha de protección social, lleva consigo menos subsidios a familias vulnerables. Artificialmente se está trasladando a familias en situación de pobreza a una supuesta situación de ingresos medios bajos. Esto, con el objeto de disminuir el gasto público en un contexto de crisis internacional, lo no es nuevo, está dentro de una lógica muy conservadora en materia económica. En definitiva, se intenta traspasar los efectos de la crisis y los aumentos del presupuesto nuevamente a los más pobres, ahí lo perverso de la situación”, concluyó el dirigente progresista.
Finalmente, Marco Enríquez-Ominami llamó al gobierno a tener el coraje de impulsar una auténtica reforma tributaria. “Cuando los tiempos económicos son buenos, el argumento es que no es el momento de asustar a los inversionistas. Cuando llegan los malos tiempos, se nos dice que tampoco es el momento para cargar de impuestos a las personas. Con esta historia hemos llegado a que el 10% más rico de nuestro país tiene ingresos 27 veces superiores al 10% más pobre. Eso es escandaloso e inaceptable. Por eso, desde el 2009 venimos planteando la urgencia de una reforma tributaria real”, concluyó.