Reiterando su compromiso de establecer un “IFE femenino” para todas las mujeres de Chile que han debido cargar con la mayoría de las problemáticas familiares asociadas a la pandemia, Enríquez-Ominami apoyó la causa de funcionarias y funcionarios de la Posta Central, que hoy no cuentan con un espacio para sala cuna, jardín infantil y centro escolar.

El candidato presidencial acompañó la denuncia la Asociación de Técnicos Paramédicos y otros funcionarios de la Posta Central, estamento que agrupa a más de 900 profesionales, administrativos, auxiliares y paramédicos de dicha entidad, quienes no cuentan con un espacio para el cuidado de sus hijas e hijos mientras cumplen con su jornada laboral y que con el fin del estado de emergencia deberán volver al trabajo presencial.

En ese sentido, el postulante Progresista a La Moneda declaró: “Este no es cualquier lugar del país, es ni mas ni menos el lugar donde se está protegiendo la salud en un momento de pandemia, donde hay trabajadoras y trabajadores que están en lo que se denomina la primera línea del momento más difícil de la historia contemporánea, en una pandemia y donde han muerto miles de chilenas y chilenos, “Para hacer eso, se requiere gente valiente, funcionarias y funcionarios que abnegadamente están acá, enfrentando un virus”, dijo.

En el mismo contexto agregó que, “En marzo de 2020 existía una solución, un derecho adquirido de la lucha de los funcionarios”, relató refiriéndose que contaban con un espacio físico en la Posta Central donde funcionaba una sala cuna (0 a 2 años), jardín infantil (2 a 5 años) y un cetro escolar (5 a 12 años), sin embargo al inicio de la pandemia, dicho espacio fue destinado a otros fines. Luego de esto, se les entregó otro lugar donde podrá funcionar el jardín infantil, sin embargo para habilitar una sala cuna se requiere levantar un segundo piso, lo que tendría un alto costo monetario y requiere de plazos que no resuelven el problema inmediato ni contempla solución al centro escolar: “En Chile hay plata para resolver los problemas básicos de las y los trabajadores”, dijo ME-O.

Se trata entonces de una crisis oculta que enfrentan las y los funcionarios de la primera línea de la salud, en la que una vez más, las mujeres son las más afectadas y sus problemas como jefas de hogar -muchas de ellas solas- son invisibilizados. “Hoy comienza el fin del estado de catástrofe, eso quiere decir que supuestamente vamos a entrar a un estado de normalidad, pero eso todavía no es así, por eso queremos pedir al gobierno que entienda que terminar con el Estado de catástrofe no significa empezar a cobrar las deudas, a quitar los post natales de emergencia, ni a terminar con un conjunto de políticas excepcionales”, señaló.

Finalmente, Enríquez-Ominami llamó al gobierno a atender dos temas relevantes: “Que las y los trabajadores de la salud deben tener opciones de cuidado para sus hijas e hijos para poder cuidar al resto de la población y que extienda todas las medidas de protección”, agregando que, “Nosotros hemos hecho un compromiso y es que en marzo de 2022 habrá un “IFE femenino”, todas las mujeres de Chile mantendrán los apoyos económicos que existen hoy, eso cuesta la mitad de lo que estamos gastando actualmente y si hay alguien que ha pagado caro la pandemia en Chile, son las mujeres y más todavía las trabajadoras de la salud” finalizó.