Presidente del Movimiento Progresista emplazó a los partidos oficialistas y de la concertación a terminar con el espectáculo en torno a la reforma tributaria y abrir una discusión seria el 2013.
Desde Los Vilos, en su quinta gira nacional, en medio de debates sobre su propuesta para el mundo agrícola, Marco afirmó:
“Que sea la ciudadanía la que el 2013, en las urnas, la que decida qué tipo de reforma tributaria quiere”, emplazó Marco Enríquez-Ominami a los partidos oficialistas y de la concertación
Presidente del Movimiento Progresista emplazó a los partidos oficialistas y de la concertación a terminar con el espectáculo en torno a la reforma tributaria y abrir una discusión seria el 2013.
Desde Los Vilos, en su quinta gira nacional, en medio de debates sobre su propuesta para el mundo agrícola, Marco afirmó:
“Que sea la ciudadanía la que el 2013, en las urnas, la que decida qué tipo de reforma tributaria quiere”, emplazó Marco Enríquez-Ominami a los partidos oficialistas y de la concertación al comentar el debate que se está dando en torno a la propuesta de reforma tributaria enviada por Sebastián Piñera al congreso nacional.
A juicio del dirigente progresista, tanto la concertación como la alianza, están dando un pobre espectáculo, que esconde el temor de ambos sectores de llevar este debate a la campaña presidencial, para que a partir de un debate nacional e informado, sea la ciudadanía la que finalmente opte por la propuesta que más le representa. “En ambas coaliciones predominan miradas conservadoras que no creen en la urgencia de una reforma tributaria para avanzar hacia mayor equidad. Una campaña presidencial es sin duda, el mejor escenario para confrontar miradas distintas, dejando a la ciudadanía finalmente expresarse democráticamente”.
Por su parte, Camilo Lagos, Vicepresidente del Movimiento, recordó que el 2009, la candidatura de Marco Enríquez-Ominami, fue la única que puso en el debate presidencial una reforma tributaria, la que fue rechazada por el entonces candidato de la alianza Sebastián Piñera y por el candidato de la Concertación, Eduardo Frei. “Ambos acusaron a Marco de populista, de idealista, de que no era necesario, de que Chile no estaba en condiciones de una reforma tributaria, el tiempo nos dio la razón, de que sí era urgente una reforma tributaria y de que Chile no solo está preparado, sino que también lo exige”, expresó el dirigente del PRO.
Camilo Lagos advirtió además que la reforma tributaria será un eje de la campaña presidencial del 2013. “Que los partidos del duopolio no se equivoquen, no pueden ni podrán tapar el sol con un dedo. La sociedad chilena exige a gritos mayor igualdad, y los progresistas, con Marco a la cabeza, les vamos a proponer un camino, un camino de cambio de reglas: una reforma tributaria, una reforma política profunda, una reforma educacional, una reforma previsional, y vamos a emplazar a que el resto de los candidatos estén a la altura de ese debate”, concluyó.
Por su parte, Eugenio Rivera asesor económico de Marco Enrique Ominami afirmó que la reforma tributaria que proponemos ayuda tanto a reducir la desigualdad al crear las condiciones para que los más ricos paguen más proporcionalmente (en particular el 3% más próspero), como a aumentar sustantivamente los recursos para financiar servicios sociales de calidad para toda la ciudadanía, como también para provocar una verdadera revolución en la capacidad de innovación y desarrollo de una economía intensiva en conocimiento.
Con tal objetivo es necesario separar la tributación de empresas y personas, eliminar gradualmente el FUT, aumentar sustantivamente la participación del impuesto sobre la renta en el financiamiento público y eliminar un amplio abanico de exenciones y otros mecanismos que permiten la evasión y elusión de impuestos por parte de los más ricos. Es necesario además diferenciar el IVA en favor de los alimentos y la cultura. Las nuevas TICs, así como la concentración que ha experimentado el comercio hace esto técnicamente posible. Es indispensable aplicar de manera generalizada el royalty sobre el uso de los recursos naturales. Para que ello sea realidad, es necesario dotar de mayores atribuciones normativas y fiscalizadoras al Servicio de Impuestos Internos para que combata con fuerza tanto la evasión como la elusión fiscal.