“Queremos que las armas de los chilenos sean la educación, la salud, las pensiones dignas. Queremos defendernos de la falta de educación, queremos defendernos de las pensiones indignas, queremos atacar la salud insuficiente. Creemos en la no violencia”.
Con estas declaraciones anunció hoy el candidato presidencial Marco Enríquez-Ominami su compromiso programático que pretende reducir en US$ 1.300 millones
“Queremos que las armas de los chilenos sean la educación, la salud, las pensiones dignas. Queremos defendernos de la falta de educación, queremos defendernos de las pensiones indignas, queremos atacar la salud insuficiente. Creemos en la no violencia”.
Con estas declaraciones anunció hoy el candidato presidencial Marco Enríquez-Ominami su compromiso programático que pretende reducir en US$ 1.300 millones el gasto en armas. La medida, que equivale a un 0,5% del PIB, es un adelanto de su programa económico que dará a conocer en los próximos días y que busca recaudar US$ 13.000 millones, equivalentes a 5 puntos del PIB.
Acompañado por parte de su equipo programático, además de las directivas del Partido Progresista y Partido Liberal, el candidato señaló: “Este es un anuncio muy sensible, de altísimo interés como es el tema de los tributos, y se suma al que dimos a conocer hace unos días sobre el 1% de impuesto a la riqueza”.
“El Estado tiene recursos limitados, y entre el hospital de Curicó y una fragata, es mejor el hospital de Curicó; entre cinco hospitales de alta complejidad y mantener uno de los gastos más altos de América del Sur, me parece oportuno hacer este esfuerzo. Queremos Fuerzas Armadas que colaboren, que estén más en la cooperación que en la disuasión. Yo prefiero educación pública gratuita que ese gasto en armas, por lo tanto lo que estamos promoviendo es una reducción de US$ 1.300 millones en compra de armas. Con eso se financian un sinfín de cosas, como por ejemplo, el copago en la educación. Esto, que suena simple, es bien de fondo, la ética dice que entre un arma y una escuela siempre las escuelas son una mejor arma que un tanque. Creemos en la no violencia y en la convivencia pacífica de los pueblos”, enfatizó.
Andrés Solimano, encargado del programa económico de la candidatura, explicó: “El programa económico que tenemos en la candidatura lo podemos calificar de ambicioso, más que el de otras candidaturas. Creemos que debemos movilizar al menos un 5% del PIB para dedicarlo a programas de salud, educación, vivienda y mejora de las pensiones”.
El economista agregó: “No sólo debemos obtener recaudación por el lado de los impuestos, sino que liberar gasto público que no es necesario, que le come recursos al sector público y lo deja de manos atadas. Esa área es el gasto militar. Hay un movimiento internacional a reducir el gasto militar en el mundo y existen márgenes para reducir US$ 1.300 millones. Los números muestran que Chile tiene un gasto militar muy por sobre sus vecinos; gastamos un 50% más en defensa que el resto de los países de América del Sur y Chile hace más de 130 años que no está en guerra”.
Enríquez-Ominami añadió: “Lo que estamos proponiendo corregir algo sensato. En un país donde hay tanta desigualdad, donde los sueldos son tan malos, donde los derechos son tan precarios, gastamos el doble en armas que Argentina, más que Perú y Bolivia. A nosotros nos parece algo simplemente sensato y, como hemos dicho, nuestra revolución es que Chile sea un país normal. No es normal que se gaste cuatro veces más en defensa que en ciencia y tecnología”.
De acuerdo con cifras de SIPRI (Instituto de Investigación para la Paz, en Estocolmo), Chile tiene un gasto militar mucho más elevado que el de sus vecinos, ya sea en US$ o como porcentaje de su Producto Interno Bruto.
Consultado sobre el inicio de la campaña, el candidato presidencial concluyó: “La campaña presidencial parte ahora y vamos a hacer un esfuerzo en mantener esta candidatura del coraje en el recorrido nacional y de coraje en las propuestas como la de hoy. Vamos a cuidar las formas, a hablar con respeto y serenidad, pero también con firmeza”.