Cambios en materia de Acreditación y Financiamiento, que apuntan a mejorar la calidad de la enseñanza y el acceso de los jóvenes a la universidad
Cambios en materia de Acreditación y Financiamiento, que apuntan a mejorar la calidad de la enseñanza y el acceso de los jóvenes a la universidad, institutos profesionales y centros de formación técnica, contiene la “Propuesta para la Educación Superior en Chile”, que entregó hoy la Fundación Progresa.
El documento surge como contribución al actual debate que atraviesa nuestro país respecto a la educación que reciben los estudiantes chilenos, ya sea en el nivel secundario como superior, explicó la directora ejecutiva de la Fundación Progresa, Patricia Morales, quien entregó esta mañana el texto junto al presidente de esta institución, Marco Enríquez-Ominami.
“El Sistema de Educación Universitaria en Chile es mixto, en el cual coexisten instituciones públicas y privadas, con un mecanismo de acceso y fijación de aranceles basado en el libre mercado. Lo anterior ha generado un sistema educativo que limita la movilidad social, perpetuando y reproduciendo las desigualdades ya existentes en el país”, explicó la economista Patricia Morales.
Para el presidente de la Fundación Progresa, Marco Enríquez-Ominami “esta propuesta viene a enriquecer la discusión existente, ya que coloca el centro del debate en cuestiones esenciales para el movimiento estudiantil, como el financiamiento y la calidad de la enseñanza”.
En lo medular, las indicaciones elaboradas por la Fundación Progresa apuntan a avanzar, de manera gradual, en la gratuidad de la educación universitaria. En esa línea, sugiere como un primer paso de esta transformación requerida, establecer un arancel diferenciado, en el cual el estudiante pagará, como máximo, “un tercio de su ingreso autónomo per cápita. Lo anterior significaría un aumento del gasto público en educación de alrededor de 1% del PIB nacional”.
En materia de Acreditación, Progresa propone que ésta sea obligatoria y vinculante, lo que implica que de no obtenerla una institución no podrá impartir ningún tipo de enseñanza. Respecto a los tipos de acreditación existentes: Institucional, de Carreras y de Programas de Postgrado, establece cambiarlas por:
§ Acreditación tipo 1: su obtención es obligatoria para impartir cursos de pregrado.
§ Acreditación tipo 2: su obtención es obligatoria para impartir cursos de postgrado.
§ Acreditación tipo 3: su obtención certifica el desarrollo de líneas de investigación.
También modifica la Comisión Nacional de Acreditación, CNA, para que externalice el proceso de evaluación a una agencia especializada, que éstas se relacionen directamente con el ministerio de Educación y no con las universidades.
Finalmente, el documento elaborado por la Fundación Progresa establece que las acreditaciones duren 10 años. Sin embargo, la CNA deberá evaluar anualmente el cumplimiento de los requisitos del tipo de acreditación solicitada.