Mientras la discusión en muchos de los partidos políticos tradicionales está centrada en los cupos, los nombres y los porcentajes de la “repartija” mirando las futuras elecciones municipales, en el movimiento progresista la mirada de futuro tiene otras prioridades, ellas se enmarcan en la necesidad de acuerdos programáticos, sacar a los conservadores de los municipios y crear una nueva fuerza innovadora
Mientras la discusión en muchos de los partidos políticos tradicionales está centrada en los cupos, los nombres y los porcentajes de la “repartija” mirando las futuras elecciones municipales, en el movimiento progresista la mirada de futuro tiene otras prioridades, ellas se enmarcan en la necesidad de acuerdos programáticos, sacar a los conservadores de los municipios y crear una nueva fuerza innovadora, para eso importan los principios programáticos más que los nombres de los futuros candidatos.
En su trabajo preparatorio, los progresistas han ido incluso más lejos, más allá de la necesidad de las primarias para elegir a los candidatos, vecinos, dirigentes comunales, actores sociales, alcaldes, concejales, han resumido en un documento una propuesta del municipio progresista que se quiere construir, allí donde conviven la diversidad social de cada comuna, el tejido cultural que se inserta en el municipio, las juntas de vecinos, los clubes deportivos, los centros de madres, los clubes de la tercera edad, las escuelas, en suma, que participe toda la comunidad organizada.
Los progresista quieren recuperar ese tejido social en cada comuna del país, que se sienta al municipio como la instancia donde las organizaciones de base tengan el lugar y el apoyo necesario para desarrollarse, que la comuna sea parte del entorno en su diario vivir, hermosear el paisaje urbano o rural, democratizar la solución a las necesidades de los vecinos. Que la comuna lidere las demandas ciudadanas ante la región y ante el estado de Chile.
Marco Enríquez-Ominami, líder de los progresistas, señaló que cree en las ideas y afirmó: “Sólo una política de convicciones y un movimiento programático construirán confianzas con los chilenos para ofrecerles un nuevo gobierno”.
Para el sociólogo progresista Jaime Silva, que formó parte del equipo que redactó y presenta la propuesta, lo que se viene no es sólo una elección más: “Chile y sus comunas se aprontan a elegir sus autoridades locales. Por primera vez se observa una preocupación comunitaria por dar un contenido democrático a sus representantes. Los actores sociales requieren conocer propuestas que tengan validación ciudadana y no sean simples operaciones cupulares de la política tradicional. Las comunas han experimentado bruscos cambios sociales, culturales y económicos”.
Silva, agregó además que ha llegado el momento de iniciar los cambios reales: “El paisaje citadino se ha transformado. Ha llegado la hora de reformar el municipio tradicional y convertir este formidable instrumento de administración local en un espacio que recoja las transformaciones. Las comunas deben ser humanamente habitables, con un fuerte compromiso de participación comunitaria, solo el progresismo, una mirada abierta y plural, podrá transformar las estructuras anquilosadas y convertirlas en un verdadero poder local de gestión y desarrollo de los territorios democráticos”.
Ante estos nuevos desafíos los progresistas han querido dar a conocer sus propuesta “El municipio progresista que queremos” un texto para la discusión, un aporte al debate, abierto a las observaciones, a las criticas, a mejoras, para consultas o enriquecimiento de quienes creen que la comuna y su municipio deben ser la base de los cambios y transformaciones que la sociedad necesita.
Descargar: Pacto para un Municipio Progresista