La colectividad liderada por el economista Camilo Lagos, presentó este lunes nuevas proposiciones, esta vez, para paliar el endeudamiento histórico de los hogares que han sido afectados por la pandemia, y que incluye endeudar al Estado en un 10% del Producto Interno Bruto, con la idea de gastar alrededor de 950 millones de dólares mensuales en un horizonte de 24 meses.
El Partido Progresista de Chile, a través de su presidente Camilo Lagos, presentó este lunes un nuevo paquete de medidas para paliar la crisis económica que afecta a miles de familias chilenas.
Ello, luego que el Banco Central, en su Informe de Cuentas Nacionales por Sector Institucional entregado en julio, diera a conocer que el endeudamiento de los hogares escaló hasta el 75,4% de sus ingresos disponibles.
“Es posible inferir que esa impresión es el resultado de la crisis pandémica y de sus impactos económico–sociales, expresados entre otras cosas en pérdida de empleos o disminución de los ingresos, en el contexto de un Estado con respuestas insuficientes y tardías para resolver las necesidades de la población”, dijo al respecto Lagos, enfatizando que “cuando una persona deja de tener ingresos o las disminuye, y su casa se ve afectada por la eventualidad de un daño de importancia, esa persona probablemente requerirá reparar su vivienda y va a tener que recurrir a sus ahorros o a plata prestada, lo que provoca el endeudamiento”.
“Lo han hecho las familias chilenas por 30 años. Es justamente lo que no ha hecho el Estado de Chile en el contexto de la crisis. Chile posee dinero invertido en el extranjero y tiene un bajo nivel de deuda internacional, por lo que tiene una muy baja calificación de riesgo, lo que le permitiría endeudarse para proteger a las personas”, insistió el economista.
Debido a la anterior, el partido apuntó a explorar diversas maneras de generar recursos en medio de la pandemia, como rescatar Bonos Soberans, exigir el endeudamiento con el FMI, y una reforma tributaria.
Sobre los Bonos Soberanos, la colectividad explica que, si bien el Gobierno de Chile los ha adoptado, estos no han sido se forma intensiva y constante, detallando que el país “cuenta con dos fondos soberanos a los cuales es posible que recurra: el Fondo de Estabilización Económica y Social (FEES) y eventualmente el Fondo de Reserva de Pensiones (FRP).
“De allí es de donde el Gobierno debería sacar ahorros para enfrentar el mayor déficit de este año y del próximo. El FEES permite financiar eventuales déficits fiscales y realizar amortizaciones de la deuda pública, contribuyendo a que el gasto fiscal no se vea mayormente afectado por los vaivenes de la economía mundial y la volatilidad de los ingresos que provienen de los impuestos, el valor del cobre y otras fuentes”, establece la propuesta.
“Por otro lado, está el FRP, el cual tuvo un aporte inicial de US$604,5 millones en 2007 y a marzo de este año acumulaba US$10.498,42 millones. Su creación fue respuesta al nuevo escenario demográfico del país, caracterizado por mayor esperanza de vida y un aumento de la población de tercera edad. Así, se utiliza para complementar el financiamiento de las pensiones básicas solidarias de vejez y de invalidez”, agrega el documento.
En la misma línea, el partido Progresista propone impulsar créditos externos y el endeudamiento de Chile con el Fondo Monetario Internacional (FMI), tal como lo han hecho 72 países debido a la emergencia sanitaria.
Por todo lo anterior, los progresistas proponen “endeudarnos en un 10% del Producto Interno Bruto, con la idea de gastar alrededor de 950 millones de dólares mensuales en un horizonte de 24 meses (dos años)”
La propuesta de endeudamiento, en términos económicos, sería una solución de caminos múltiples: priorizar los bonos soberanos, sin desestimar el uso del crédito flexible. Esto, por cierto, no desestima el camino de la creación de un impuesto a los súper–ricos, que hoy se encuentra en tramitación legislativa, pero su aprobación no resolvería por sí sola el volumen de recursos que, con toda probabilidad, se requerirán para enfrentar la crisis.
De esta manera, los nuevos recursos podrán ser transferidos a las personas y familias, para que puedan subsistir en este periodo, a través de la Renta Básica Universal, y hacia la reactivación de la economía y la protección del empleo.
“El gobierno tiene una responsabilidad mayor pues tiene adoptar medidas audaces, con propuestas de mediano y largo plazo. Hoy, en medio de esta pandemia, se debe generar certidumbre, confianza y tranquilidad en que las familias podrán contar con una Renta Básica Universal que pueda sostener a las familias a través del consumo directo. Será un aporte a disminuir la incertidumbre, que es una de las causas fundamentales que originan los problemas económicos”, puntualiza el partido en su propuesta.
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