Para los progresistas ha llegado el momento de terminar con una gran deuda que se tiene con las mujeres chilenas, es la hora de despenalizar el aborto terapéutico, derecho que existía en nuestro país, fue medida que se tomó entre gallos y medianoche hace más de veinte años y que ahora finalmente se votará en segundo trámite constitucional.
Para los progresistas ha llegado el momento de terminar con una gran deuda que se tiene con las mujeres chilenas, es la hora de despenalizar el aborto terapéutico, derecho que existía en nuestro país, fue medida que se tomó entre gallos y medianoche hace más de veinte años y que ahora finalmente se votará en segundo trámite constitucional.
Hasta 1989 la interrupción del embarazo por razones terapéuticas era totalmente legal y era además una medida socialmente aceptada, pero en los últimos días de la dictadura se penalizó la posibilidad de resguardar la vida y el derecho a la salud, pero los progresistas agregan que el aborto terapéutico es una deuda de la democracia con los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres chilenas.
Marco Enríquez-Ominami, líder de los progresistas, hizo un llamado desde la Región de Coquimbo para que los parlamentarios y particularmente las parlamentarias hagan realidad ese derecho que las mujeres chilenas deben recuperar: “Que unos se pongan los pantalones. Que las mujeres congresistas conservadoras no se acobarden frente a debate que es también y sobre todo de ellas. Por último que piensen, que pasa con una niña de 9 años violada en Chile. Sólo cuatro países en el mundo tienen esta legislación de oscurantismo”.
El dirigente progresista recordó que el año 2008 cuando era diputado presentó un proyecto en el Congreso para permitir la despenalización del aborto y autorizar que las mujeres pudieran decidir sobre sus derechos sexuales y reproductivos hasta la semana 12 de gestación del feto. La sola posibilidad de discusión de la iniciativa fue rechazada ampliamente por la Coalición por el Cambio y la Democracia Cristiana.
Ahora los progresistas, lamentaron que nuevamente los sectores conservadores de la Concertación y de la Alianza estén llegando a un acuerdo para rechazar la idea de legislar sobre el proyecto que establece la interrupción del embarazo con fines terapéuticos en el senado. Esa posibilidad refleja que los reaccionarios de uno y otro lado quieren cerrar la puerta al trámite legislativo que podía restaurar el derecho que tenían las mujeres chilenas.