Luis Jiménez Valderrama: “Volví a creer que es posible hacer política decente para la ciudadanía y con la ciudadanía”
El presidente del Comunal de Progresistas de Puente Alto cuenta que se alejó decepcionado de la vida partidaria hasta que entendió que la política no es el problema, sino los políticos que sacan provecho de ella. En el marco de los 10 años del Partido Progresista, relata cómo se re encantó con la militancia.
Tiene 56 años, tres hijos, una nieta y vivió desde dentro lo que él define como “Lo más sucio e inmoral de la política”, cuando en 1993, comenzó a trabajar en el INP: “Por mi rol como dirigente social me acerqué en ese momento a la Falange, conocí gente muy buena, ingresé a la Asociación Nacional de Trabajadores del INP (ANATRINP). Ahí logramos varios acuerdos, uno de ellos, con la CUT y la Cámara Chilena de la Construcción, con el objetivo de construir viviendas sociales para las y los trabajadores”, relata agregando que fue así también como obtuvo su casa propia, la que le fue entregada en septiembre de 1994, “Era una casa PET (Programa Especial para Trabajadores) del MINVU, a la que postulé como dirigente de la junta de vecinos de la Villa Bernardo Leighton de Puente Alto”.
Pero ese sueño cumplido, no tendría un buen final. “En 1997 hubo lluvias torrenciales y las casas comenzaron a presentar daños estructurales, se pasaba el agua por las paredes”, recuerda refiriéndose al bullado caso de las casas COPEVA que acaparó la atención de los noticieros y medios nacionales durante mucho tiempo, tras lo cual se logró saber que la Constructora COPEVA pertenecía A Francisco Pérez Yoma (DC) y la Empresa que proveía los Bloques de Cemento era de propiedad de Eduardo Freí (DC). Fue entonces que creó, junto a otros dirigentes, la “Coordinadora de Pobladores de Puente Alto”, para luchar por sus viviendas.
En ese contexto, sostuvo reuniones con COPEVA y el Director del SERVIU de la época, “En una de esas reuniones, el Sr. Pérez Yoma nos ofreció, a los dirigentes, una alta suma de dinero más otra casa para cada uno, entonces, como ya trabajaba con la DC en mi Asociación, solicité audiencia con el presidente del partido, que en ese momento era Enrique Kraus y le expuse lo sucedido para lograr un acuerdo reparatorio lo antes posible, ya que las lluvias no cesaban y se necesita urgente una solución”, cuenta.
Sin embargo su petición no tuvo la respuesta esperada: “Este señor me sugirió aceptar el ofrecimiento de Francisco Pérez Yoma, eso me indignó y lo increpé, haciéndole saber que como dirigente llegaría hasta las últimas consecuencias por mi gente”. Tras el encuentro, Jiménez renunció a la dirigencia de la ANATRINP.
Para las reuniones posteriores contrataron a una oficina de abogados. Con la constructora llegaron a un acuerdo reparatorio e indemnizatorio, mientras la demanda contra SERVIU seguía su curso. “Desde ese momento viví una persecución política a tal punto de hacerme renunciar al INP, pero mi frente siguió en alto y obviamente en ese momento no quise nunca más nada con la política”, asegura.
Re encantándose con la política
Pero la historia no queda ahí. En 2006 conoció las propuestas de Marco Enríquez-Ominami, y su postura de no votar a favor de la LEGE, que era una orden del que era en ese entonces su partido, el PS, lo que finalmente generó su salida de la coalición, llamó su atención, “Nunca, de verdad nunca vi y viví tanta convicción de parte de un joven que, ya en ese tiempo nos mostraba el camino que debíamos de seguir, y el “díscolo” logró lo que hasta ese momento era imposible: que yo me re encantara con la política. En ese momento entendí que la política no es el problema, sino los políticos sinvergüenzas que se aprovechan de la política en su propio beneficio”, asegura.
En 2009 se unió a la campaña presidencial de Marco Enríquez-Ominami, comenzando comienza una nueva forma de hacer política, donde existe una administración horizontal y no jerárquica, “Era raro ver que uno podía conversar de tú a tú con tu líder. Volví a creer que es posible hacer política decente para la ciudadanía y con la ciudadanía”, recuerda.
Fue entonces parte del equipo humano que dedicó su tiempo y energía a reunir las firmas necesarias para crear el Partido Progresista de Chile, “Se logró de manera excepcional la creación del primer partido político post dictadura en todo el país”, dice Jiménez, analizando que “nunca ha sido fácil transitar en el camino por cambiar Chile, luchar contra el duopolio era en ese momento nuestro norte y ahí nos dimos cuenta que para lograr los cambios, era necesario estar dentro, pero manteniendo la misma convicción y nuestro Programa de Gobierno, nuestros postulados, creados por la militancia en encuentros programáticos a nivel nacional, en cada comuna, en cada región”.
El presidente comunal no duda que la persecución con falsas acusaciones e imputaciones de delitos que nunca se cometieron, fueron una respuesta de los partidos que manejaban los medios de comunicación: “Había una sola consigna: sacar a Marco de la carrera presidencial, y lo lograron, por eso la fiesta continuó los ricos, que se hicieron más ricos y los pobres más pobres, si hasta fue electo presidente dos veces un delincuente de cuello y corbata, que fue declarado reo por el desfalco del Banco de Talca”, afirma.
Para finalizar, Jiménez declara que, “Los Progresistas siempre creímos en la inocencia de Marco, nunca dudamos de su honestidad y honorabilidad. Ahora por fin, después de 7 años de un brutal asesinato a su imagen, se demostrará ante la justicia su inocencia. Por eso, soy y seré hasta el día de mi muerte un Progresista de corazón”, sentencia.