Verónica Cifuentes: “¿Para qué queremos el poder? Para repartirlo, para acercarlo a la gente, para cambiar este país
Tiene doce años de militancia progresista en el cuerpo y en el alma y aunque hoy ve el futuro de Chile con cierta angustia y preocupación, en el marco del aniversario de los 10 años del PRO, afirma que seguirá siendo progresista porque sabe que “ser partido no es fácil, ser militante tampoco y ser militante activo y comprometido, menos”.
Verónica Cifuentes es oriunda de Santiago, pero vive hace 16 años en Puerto Varas, 12 de ellos con participación política activa, “desde 2009, cuando conocí a Marco Enríquez – Ominami y escuché sus propuestas”, cuenta.
Casada, madre de cuatro hijos, tres de ellos vivos y uno que falleció hace tres años, también militante del PRO, dice tener muchas mascotas, todas ellas rescatadas y debidamente esterilizadas, como indica la tenencia responsable.
“Toda mi familia es progresista, todos estamos con Marco”, cuenta agregando que ha sido la política lo que la ha movido desde 2009, “Me gusta restaurar muebles y otras cosas pero hace tres años que, por razones de salud, no puedo hacerlo ya que estoy viviendo un cáncer complejo y eso me ha tenido limitada sólo a las redes sociales, que es lo único que puedo hacer por ahora”, relata.
Quien fuera una vez candidata a diputada por el distrito 25 y otra a concejala de la comuna de Purranque, “para poder aportar con los votos necesarios de militantes a la mantención del partido”, recuerda entusiasta que “En 2010, cuando Marco nos invitó a formar el Partido Progresista, salí a la calle con mis banderas, mi polera y mis volantes a conseguir firmas, en un tiempo en que era muy difícil porque la gente no se inscribía automáticamente, por tanto muchas personas que quisieron ser parte del PRO, y firmaron su ficha en la notaría como debía hacerse en ese tiempo, después no podían ser militantes, porque no estaban inscritos en el registro electoral”, detalla.
Decidieron entonces levantar una campaña para inscribir a las y los interesados en el Registro Electoral, “ logramos inscribir a aproximadamente 150 personas en Puerto Montt, pero fue un trabajo arduo de dos años. Nosotros, como región, nos pudimos legalizar recién en 2012, el 10 de enero de ese año salió el decreto y desde entonces hemos participado en todas las elecciones porque somos una región muy empoderada, hemos tenido un muy buen equipo humano”, cuenta orgullosa.
Desde la región de Los Lagos, Cifuentes confiesa que antes nunca militó en ningún partido y asegura que no lo habría hecho: “Fui convocada por Marco, porque a él le creí y hasta el día de hoy, después de todo este tiempo caminando juntos por este duro camino que decidimos tomar, él nunca me ha fallado, nunca ha cambiado de opinión y ha sido consecuente, por eso para mi, la construcción de este partido ha sido parte esencial en mi vida” asegura.
¿Para qué queremos el poder?
Tal como la convenció de militar en el PRO, es la imagen del líder del partido la que hace que ella no baje los brazos: “La verdad es que las ideas, la audacia, la energía que Marco le ha puesto a este proyecto y a este país me parece admirable, no conozco a nadie que trabaje y estudie tanto como él, que sea tan lúcido en sus análisis y sea tan audaz, por tanto es por él que yo estoy en el partido, es porque espero no morirme antes de que él sea presidente, aunque sea por dos años, porque creo que él entiende perfectamente cuál es la dignidad a la que nosotros aspiramos”, analiza.
Aunque para ella la militancia ha sido relevante, entiende que, “Ser partido no es fácil, ser militante tampoco y ser militante activo y comprometido, menos”, pero atribuye esto al actuar de los partidos tradicionales: “Creo que nosotros hemos pagado los costos de los partidos tradicionales, porque nos han visto como un posible adversario ganador nos han ninguneado permanentemente”.
En ese contexto dice que le molesta mucho ese ninguneo, “Me molesta de los antiguos políticos, de la elite política, de los partidos que son parte del problema, pero también me molesta de los nuevos partidos, partidos que no han logrado constituirse en todo Chile, que han sido creados simplemente para apoyar una candidatura, porque como dijo Marco algún día: “¿Para qué queremos el poder?”, porque si queremos el poder, lo queremos para repartirlo, para acercarlo a la gente, para cambiar este país”. En ese escenario, plantea esta interrogante como algo esencial a la hora de pensar en política: “Creo que esa es una pregunta necesaria para todos, no es “¿por qué?” es “¿para qué?” “¿qué voy a hacer con ese poder?”, señala enfática.
La excandidata a diputada relata que tenía 50 años cuando entré a la política, y desde entonces se ha desempeñado siempre en cargos al interior de la coalición, siempre ad honorem, “He puesto ganas, fuerza, energía, recursos, familia, todo a disposición de este proyecto, soy muy feliz de que mi familia me haya apañado en esto. Ha sido difícil también por ser mujer , porque hoy hablamos de paridad pero hace 12 años atrás, en 2009 no era tema y ser mujer y andar en campaña era hasta raro”, recuerda.
“He tenido compañeros y compañeras maravillosos/as en este partido, lamento que muchos/as se han ido, está claro que el “para qué” de ellos y ellas no era el mismo que para mi o para Marco. Seguiré hasta el último día, dándole firme y esperando poder ver a Marco en la Presidencia de la República para sentir que se empieza a caminar hacia el lado donde este país ha querido siempre”, dice esperanzada al mismo tiempo que analiza que antes, la ciudadanía no se informaba como ahora pero que las fake news siempre han existido, “al menos en eso hemos avanzado y la gente ya no está comprando las mentiras tan fácilmente”.
A pesar de estar convencida de que el camino que eligió es el correcto, se declara preocupada por los procesos políticos que vienen: “Creo que está desvirtuado todo, veo el futuro con preocupación, con un poco de angustia también, creo que este país está atrasado en educación cívica, en politización, en análisis, comprando encuestas que sabemos que son truchas, desde ahí haciendo análisis, con los medios como parte del problema. Lo veo difícil, hoy no estoy viendo Chile con optimismo y eso me parece doloroso”.
A pesar de esa preocupación, no está en sus planes desistir: “Seguiré siendo progresista, me molesta la apropiación que hacen de nuestros slogan y de nuestros programas, me gustaría que reconocieran quién es el autor de todo esto”, sentencia.