El 5 de agosto, Donald Trump ordenó el embargo total de los bienes económicos, financieros y comerciales de Venezuela.
Al respecto, el Partido Progresista de Chile, manifiesta su absoluto rechazo a esta nueva arremetida emprendida por EEUU, que viene a profundizar la “guerra económica” impuesta por Trump para presionar y asfixiar económicamente al gobierno y al pueblo venezolano, al impedirles, con este criminal bloqueo, comprar alimentos, medicamentos, servicios médicos y cualquier acción comercial, al congelarles sus activos e impedirles realizar transacciones y hacer uso de su dinero.
Esto, sin lugar a dudas, constituye un robo al patrimonio de Venezuela, pasando a llevar el derecho internacional y provocando una violación a los DDHH del pueblo, al poner en riesgo la vida de cientos de miles, al prohibirles poder adquirir en el exterior productos desde los más básicos para la subsistencia.
Es por ello que desde el Progresismo condenamos la constante persecución e injerencia que el gobierno de Estados Unidos, tiene en contra del pueblo caribeño, con el único objetivo de derrocar al Presidente Nicolás Maduro y así, apoderarse de los recursos naturales de Venezuela, como su petróleo y gas, entre otros.
Solidarizamos con el Presidente Maduro y con el pueblo venezolano que hoy sufre una crisis provocada y orquestada por Trump, siguiendo con la política exterior injerencista que caracteriza a Estados Unidos con el fin de derrocar gobiernos para luego apoderarse de sus recursos.
Como chilenos y chilenas conocemos de cerca los ataques y las intromisiones de EEUU. “Hacer gritar a la economía” chilena, era la orden que tenía el secretario de Estado Henry Kissinger de parte del presidente Richard Nixon, con el fin de afectar así al mandatario Salvador Allende tras su triunfo; y, por cierto, cabe mencionar el apoyo que entregó EEUU a Augusto Pinochet, dictador que estuvo 17 años en el poder, que dejó miles de muertes, de detenidos desaparecidos, de exiliados y de torturados.