El partido fundado por Marco Enríquez-Ominami, junto a la doctora Oriele Nuñez y la Comisión de Salud de la colectividad, presentaron este lunes una serie de proposiciones que buscan construir una real integración de la ciencia y aplicación farmacéutica con la salud pública.

 Este lunes, el partido Progresista de Chile presentó un paquete de nuevas propuestas, esta vez, en materia de salud.

De acuerdo al documento realizado por la colectividad fundada por Marco Enríquez-Ominami en conjunto con la doctora Oriele Nuñez y la Comisión de Salud del partido, “es momento de grandes transformaciones en nuestro país. Tenemos la oportunidad de nuevos paradigmas. Los medicamentos son parte esencial de la recuperación de la salud, así como las vacunas son parte esencial de la prevención de la enfermedad”.

Por ello, agrega el escrito, “debemos construir una real integración de la ciencia y aplicación farmacéutica con la salud pública”, en respuesta a que actualmente en Chile, el costo de los medicamentos es elevado en comparación con otros países, y el sistema de salud no financia todo lo que quisiéramos en materia de fármacos.

Debido a lo anterior es que el partido progresista reiteró la misma política con respecto a los medicamentos, que han venido planteando desde el año 2013, y que apunta a la idea de que “nunca más un paciente atendido en el Sistema Público de Salud deberá comprar de su bolsillo el medicamento que necesite y que se le prescriba”.

Es por lo anterior que la colectividad propone fortalecer la Farmacia de la Atención Primaria de Salud que incluye los derechos y carrera funcionaria de sus trabajadores y no crear una farmacia paralela; y garantizar todos los tratamientos según el nivel de atención de salud, de manera de que ninguna persona tenga que gastar de su bolsillo.

Respecto a las proposiciones a mediano plazo, el proyecto pretende consolidar la farmacia existente en el Centro de Salud de cada establecimiento público con énfasis en la APS, y la integración del profesional Químico Farmacéutico a la comunidad y al equipo de salud.

También plantea rescatar la visión de salud pública de la atención farmacéutica por la contribución que podrían hacer los farmacéuticos a la educación sanitaria, dada la continua comunicación con la población.

Desde lo profesional la atención farmacéutica, la colectividad busca garantizar infraestructura, equipos, instrumentos, bibliografía y número de actividades y personas compuesta de profesionales, técnicos/as administrativos/as en la APS, mientras que en materia de financiamiento, propone aumentar el presupuesto para el sistema público de salud en general, el per cápita, a $10 mil pesos, de manera de potenciar la labor que se desempeña en el sistema, con énfasis en la APS, donde se encuentra la farmacia gratuita para toda la población inscrita en ese centro.

Desde la gestión, en tanto, los progresistas apuntan a articular e integrar los niveles de atención de salud, mencionando que Cenabast debe garantizar el abastecimiento de los centros públicos y planificar una transformación hacia retomar el rol tanto como de almacenamiento y distribución como de fabricación.

En relación a lo legislativo, el PRO propone entregar apoyo a Ley Fármacos 2 que comprende “la modificación del Código Sanitario que obliga al médico/a a recetar un medicamento “exclusivamente” por su Denominación Común Internacional (DCI) o genérico y no el uso de marcas; restringir la apariencia de las marcas en una de las caras principales de envases y rótulos, limitando su tamaño, y privilegiando al DCI o Genérico; y rechazar la ratificación del TPP–11

Por último, la colectividad liderada por el economista Camilo Lagos pretende impulsar la creación de un Laboratorio Nacional de Fármacos con desarrollo tecnológico y científico a nivel internacional.

“Consideramos que el Estado debe contar con un laboratorio farmacológico que pueda garantizar el control, la producción y acceso a fármacos”, concluye la propuesta de los progresistas.