La decisión del gobierno posterga la investigación y desarrollo en nuevas tecnologías; se desconocen las necesidades de cambiar los modelos de negocios y las reglas de mercado”
También desdeñan las opciones que derivan de políticas energéticas de largo plazo, menos onerosas, más conscientes de la necesidad de cuidar nuestros ecosistemas, mares, cuencas y de la calidad del aire de nuestras ciudades.
La decisión del gobierno posterga la investigación y desarrollo en nuevas tecnologías; se desconocen las necesidades de cambiar los modelos de negocios y las reglas de mercado”
También desdeñan las opciones que derivan de políticas energéticas de largo plazo, menos onerosas, más conscientes de la necesidad de cuidar nuestros ecosistemas, mares, cuencas y de la calidad del aire de nuestras ciudades.
Santiago, 21 de septiembre de 2012. El Partido Progresista de Chile (PRO) reclama al gobierno de Sebastián Piñera el anuncio hecho por el ministro de Energía, Jorge Bunster de disminuir de un 20% a un 10% la participación de las energías renovables en la matriz eléctrica al año 2020, tal como lo había prometido en su campaña presidencial.
El Secretario de Estado expuso a los integrantes de la comisión de Energía y Minería del Senado argumentando que “hay dificultades que existen para alcanzar esa meta”.
En esa línea, el coordinador en energía y Medio Ambiente del PRO, Miguel Márquez Díaz expresó “con este cambio brutal de objetivos los responsables directos e indirectos de las políticas eléctricas, desconocen promesas y ocultan sus propias ineficiencias”.
Márquez reflexiona y se pregunta, ¿qué es más grave? ¿Que no se cumpla las promesas de campaña? ¿Qué se confiesen propias ineficiencia? ¿Que Chile sea más dependiente, más vulnerable y compre la energía (y venda a sus ciudadanos) cada vez más cara?
Argumenta el economista, que “la respuesta a las preguntas hechas más arriba es una sola: “es grave que no se cumplan las promesas e igual de grave que apuesten por un Chile más dependiente, más vulnerable, menos competitivo y tengamos que pagar tales errores y falta de visión por varias generaciones”, agrega.
Por un lado, “se posterga la investigación y desarrollo en nuevas tecnologías; se desconocen las necesidades de cambiar los modelos de negocios, las reglas de mercado” y por el otro recalca que “se desdeñan las opciones que derivan de políticas energéticas de largo plazo, menos onerosas, más conscientes de la necesidad de cuidar nuestros ecosistemas, mares, cuencas y de la calidad del aire de nuestras ciudades.
El PRO liderado por el ex candidato presidencial, Marco Enriquez-Ominami es hoy por hoy uno de los movimientos políticos que ha formulado con claridad su compromiso de buscar para Chile un uso eficiente con energías renovables, cogeneración, generación distribuida, conservación, pequeñas y medianas hidráulica, nuevos modelos de negocios, biomasa, etc.