Propuestas para la Región de Antofagasta en medio de la crisis sanitaria

Propuestas para la Región de Antofagasta en medio de la crisis sanitaria

En relación al duro momento que vive el pueblo de Chile, quienes nos agrupamos en el Comando “Apruebo Chile Digno de la Región de Antofagasta” y los partidos políticos de “Unidad para el cambio de la región de Antofagasta”, con la plena convicción de que no podemos guardar silencio respecto al complejo escenario para la región, el país y el mundo, manifestamos lo siguiente:

La actual crisis mundial producida por el COVID-19 ha demostrado en nuestro país, y con particularidades bien notorias en nuestra región, el fracaso del modelo neoliberal: los esfuerzos del Gobierno de Sebastián Piñera por cargar la responsabilidad a las y los trabajadores demuestran la indolencia y la insistencia en blindar intereses minoritarios en desmedro de las mayorías, protegiendo los mismos intereses que se resguardan hace 46 años, y a los que el pueblo de Chile exige poner fin en una nueva constitución por medio de una asamblea constituyente; ejemplo claro de aquello es el dictamen de la Dirección del trabajo, que en uno de los momentos más duros para las y los trabajadores de Chile los deja en la total incertidumbre, amparando despidos y bajas de salarios en plena crisis.

A nivel regional vemos con mucha preocupación la precaria forma en que se conduce la actual crisis sanitaria por parte de las autoridades. La salud del pueblo se protege con decisiones políticas a la altura de las características propias de una región con un alto número de población flotante producto del sistema de turnos y todas las actividades económicas producidas por esto, como la hotelería, servicios alimenticios, transporte de trabajadores, entre otros. Lamentablemente los resguardos no fueron tomados en el tiempo adecuado y solo dependieron de la voluntad empresarial y la presión de los trabajadores, demostrando con esto la ausencia del estado en la materia. Además es necesario considerar el gran número de trabajadores y trabajadoras dependientes de faenas de construcción, de las altas tazas de trabajo precarizado, informal y familias que viven del comercio minorista: resultado de aquello es que somos la región con el mayor número de enfermos de COVID-19, alcanzando un número de 47 personas al día 2 de abril, con una tasa significativamente de aumento diario, y la región con mayor crecimiento y número de enfermos en todo el norte grande, información lamentable y que requiere de un mayor compromiso e iniciativa propia por parte del Intendente Edgar Blanco.

Somos enfáticos en decir que el “Quedarse en casa” y el llamado a una “Cuarentena nacional” como medida eficaz, no solo requiere de responsabilidad propia y autocuidado, si no que principalmente de un estado potente que se haga responsable por la incertidumbre que esto genera en miles de trabajadores y trabajadoras en nuestra región, y por consiguiente un Gobierno Regional y Gobiernos locales a la altura de aquello, dejando de lado disputas poco constructivas en el actual escenario: Por esto creemos que es urgente un plan de estabilidad laboral y económica para las y los trabajadores sin ningún tipo de discriminación, asumiendo además las características propias y la manera en que se configura la fuerza de trabajo en nuestra región, y no solo replicando las escasas y precarias medidas que se toman desde el gobierno central.

Es claro que una solución que ponga en el centro dicho bienestar requiere de transformaciones estructurales, más aún cuando nos enfrentamos a una crisis que no solo raya en un cuestionamiento al actual sistema de salud pública, si no que además viene a cuestionar la precariedad y la falta de resguardo con la que miles de trabajadores y trabajadoras viven, quienes han comenzado a cuestionar los alcances de las soluciones propuestas por parte del gobierno. Es por todo esto, y con toda la responsabilidad política, con el ánimo de construir y fomentar el desarrollo de políticas públicas e iniciativas regionales y locales, proponemos algunos planes de trabajo que deben comenzar a construirse desde hoy, con el objetivo de enfrentar en el corto y mediano plazo los conflictos sociales y económicos producidos por esta crisis.

1.- Plan de resguardo de la salud y estabilidad económica y laboral de la región de Antofagasta

Los reportes históricos hablan de un porcentaje de cerca de un 65% de trabajadores y trabajadoras formales dependientes de la gran y mediana empresa en nuestra región, quienes hoy dependen en su mayoría de los protocolos y definiciones de cada empresa; por lo que proponemos una mesa tripartita en la que participen las y los trabajadores y sus respectivas organizaciones sindicales, el gobierno regional y representantes de las empresas. En cuyo centro este la creación protocolos que no solo protejan la salud de sus trabajadores, si no que además tomen las medidas para la estabilidad económica y laboral durante todo el proceso de crisis, teniendo especial cuidado en el escenario complejo que pueden vivir principalmente los trabajadores subcontratistas, cuyas empresas dependen de las decisiones de empresas de mayor tamaño y proyectos específicos, y que puede desencadenar en un grave problema para aquellos que viven de actividades económicas menores.

2.- Reformulación del Comité de desarrollo productivo de la región de Antofagasta

Emplazamos al gobierno regional de Antofagasta a reformular, al calor de esta crisis, el rumbo del comité de desarrollo productivo de nuestra región, cuya estructura regional está conformada en mayor número por actores regionales, por lo que abre las posibilidades de tomar decisiones a tiempo y con miradas completamente locales, sin necesidad de depender de instrucciones emanadas de CORFO o SERCOTEC a nivel nacional. Se hace necesario que toda convocatoria y asignación de recursos apunte en la estabilidad laboral de los cerca de 60.000 trabajadores y trabajadoras que según los últimos reportes públicos dependen de las micros y pequeñas empresas de nuestra región y que en la mayoría de los casos son sus propios dueños las y los trabajadores, exigiendo además una mayor asignación de recursos por parte del nivel central para los próximos años. Proponemos concretamente la concentración de esfuerzos regionales en una única convocatoria a un programa de financiamiento especial enfocado en un plan de protección y resguardo de la micro y pequeña actividad empresarial y del fomento del estado a nuevas formas de ventas y sistemas de comercialización de quienes hasta hace algunas semanas vivían del comercio y que hoy no cuentan con acceso a un sistema eficiente de ventas por redes virtuales.

3.- Defensa de los trabajadores “informales” y por cuenta propia

En el contexto de esta crisis, creemos que cualquier solución no puede excluir a ningún trabajador; en primer lugar se debe construir una base de datos seria y certera para pasar a soluciones concretas, la que de cuenta de nuestra realidad regional respecto a quienes viven de la llamada informalidad laboral, o quienes producto del contexto no pueden ejercer su trabajo como son los trabajadores de la cultura. Los datos demuestran que la informalidad, la cual tiene una tasa de crecimiento en el último periodo, representa el sustento de los sectores más vulnerables de nuestro país, agrupando casi a dos tercios de ellos en los dos primeros quintiles, y con ingresos muy inferiores a quienes tienen un trabajo con relación laboral definida, diferencia que alcanza hasta un 61% menos y en donde las más afectadas son las mujeres. Esto deja en evidencia que dichos trabajadores y trabajadoras precarizados por el actual sistema, podrían sufrir más aun en el contexto de esta crisis, por lo que es necesario tomar medidas: Proponemos que los departamentos o unidades de fomento productivo de los municipios de la región pasen de ser bolsas de trabajo y se desarrolle un plan de inversión municipal con perspectiva solidaria, productiva y sustentable, que canalice las inquietudes de quienes viven el día a día de su fuerza de trabajo y que en el actual contexto quedan en la total incertidumbre, fomentando de esta manera el trabajo digno, la asociatividad y el cooperativismo. Lo anterior por medio de un llamado a todas y todos los emprendedores asociados o no a postular a fondos municipales para financiar “emprendimientos y planes de negocios para tiempos de crisis”.

4.- Respaldo a los trabajadores de las culturas y las artes

Proponemos que los municipios, en el contexto de la suspensión de todas las actividades culturales masivas destinen los recursos destinados en primera instancia a las corporaciones culturales para el financiamiento de dichas actividades, a organizaciones y grupos de gestores culturales de las diversas comunas de la región, con especial cuidado en aquellas que logran dar sustento a trabajadores independientes y de la cultura y las artes, esto por medio el 7% de recursos que pueden ser destinados a subvenciones, permitido por la Ley Orgánica constitucional de Municipalidades.

5.- Defensa de la descentralización política y fiscal en la crisis

Con énfasis rechazamos cualquier intento por parte del gobierno central por disminuir recursos a las regiones durante este y los próximos años: rechazamos el oficio circular Nº11 del ministerio de haciendo que plantea la devolución de los recursos no comprometidos para este año por parte de los gobiernos regionales hacia el gobierno central; esto no solo habla de una política centralista en relación a la distribución de las arcas fiscales, si no que además demuestra la poca confianza que históricamente se tiene con los Consejos regionales y los concejos municipales, quienes son parte de la representación ciudadana. Somos enfáticos en decir que todas las soluciones para enfrentar el duro momento no pueden dejar a las regiones ni sus comunas de lado, tanto en lo económico pero además en la visión política que estas pueden aportar para cada territorio, seguiremos defendiendo la necesidad del aumento de recursos para nuestra región con mayor fuerza en un contexto de crisis, además de la necesaria redistribución de los impuestos con énfasis en las regiones productivas. Esta crisis refleja lo que muchos y muchas han planteado sobre la necesidad de terminar con el centralismo y exigir que parte de los recursos que produce nuestra región se queden para el desarrollo de la misma, lo que hoy cobra más fuerza: desde la región de Antofagasta creemos que hoy más que nunca se debe aplicar un royalty a las grandes mineras, y con eso generar recursos para el aumento de capital humano y equipamientos para la salud, los que hasta el día de hoy han sido financiado con gran parte de los recursos regionales.

6.- Plan de habitabilidad para campamentos

Somos la región en donde el derecho a la vivienda ha sido más vulnerado a nivel nacional, no es necesario profundizar lo que ha significado para más de 21.000 personas el vivir en campamentos debido a la ausencia estructural por parte del estado en la materia. El excesivo control empresarial comparado con la poca fuerza del ministerio de vivienda en los últimos 40 años ha permitido que miles de familias no tengan más opción que vivir en asentamientos irregulares, debido a la imposibilidad de tener una solución definitiva digna o por no poder costear los excesivos y desproporcionados valores de arriendos. Bajo esto, y con el objetivo claro de asegurar las condiciones sanitarias necesarias para aquellos que aún no pueden optar a una solución habitacional definitiva, proponemos un plan de infraestructura sanitaria para campamentos que permita que los más de 7.500 hogares tengan las condiciones de agua potable y alcantarillado que permitan resguardar su salud. Bajo esto, se hace necesario la vinculación de todos los actores públicos y privados en la solución de este histórico conflicto que hoy requiere de mayor atención, no es momento de cuestionamientos, es momento de actuar. Para eso se debe trabajar colaborativamente entre sector público y privado, considerando por supuesto con los campamentos de la región.

7.- A fortalecer la Unidad política y social

La única manera de que se tomen medidas de fondo en lo económico y en cuanto al resguardo de la salud para enfrentar el COVID -19, es asumiendo la suma de una fuerza política y social con visión de construcción, que represente el sentir de los miles de postergados en esta crisis, aquellos que viven del día a día, que viven la incertidumbre económica y laboral, aquellos que no son acompañados por este modelo, el gran porcentaje de Chilenos y Chilenas. Como organizaciones políticas nos ponemos a disposición de la construcción de un espacio local para enfrentar este conflicto, el que canalice las inquietudes de las y los antofagastinos en esta crisis, ¡es momento de consolidar aún más la unidad!

Si llegaste hasta acá, es porque las ideas Progresistas te conmueven. ¡Súmate como militante a la fuerza de cambio!

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