El tema de la escasez de agua en el mundo ha sido uno de los ejes centrales del discurso del Papa Francisco. En su encíclica “Laudato Si”, que lanzó en 2015 y a la que él mismo describió como un documento “dramático y alegre”, el Sumo Pontífice pone mucho énfasis a que cada vez hay menos personas con acceso al agua, responsabiliza al hombre del cambio climático y cuestiona los modelos de desarrollo y a las grandes potencias de la pobreza que se genera producto de la falta de este recurso vital en países del hemisferio sur.
“La escasez del agua es una cuestión fundamental y muy urgente”, señaló el Papa Francisco en febrero pasado en el seminario “Derecho humano al agua” que se realizó en El Vaticano. También agregó que “es doloroso que no se considere al agua en algunos países como un derecho humano básico”.
Una segunda versión de esta cumbre sobre el tema del agua culmina hoy en la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, donde ayer expuso en representación de Chile el candidato presidencial del PRO, Marco Enríquez-Ominami (en la foto, al fondo en el costado superior izquierdo).
Mientras el Papa Francisco desplegaba su agenda en su segunda jornada en visita oficial a Colombia, MEO exponía sobre la realidad chilena en el tema de escasez hídrica: “Tenemos claridad sobre lo que la Unesco nos ha dicho, lo que las comunidades nos han pedido, la escasez hídrica es complejísima sobre todo en los modelos de desarrollo extractivistas que inspiraron a América Latina (…) y para qué hablar de Chile, con el cobre, el salmón y la madera, donde no hemos logrado avanzar en materia de diversificación”.
Marco Enríquez-Ominami fue invitado al seminario “Del derecho al agua, al derecho a la Paz” patrocinado por El Vaticano, en su calidad de filósofo y político. Así por lo menos aparecía en el programa del evento, pero en su exposición desde un comienzo dejó en claro que era candidato presidencial de Chile, “el más joven de los candidatos”. Señaló que en los próximos 30 años en nuestro país va a haber una demanda del agua de un 60% superior a la actual, “porque Chile básicamente produce cobre, salmón y madera. Y todos sabemos que lo que necesita el cobre es el agua”. Y agregó que “el crecimiento de Chile se va a acabar si es que no hay un modelo de aprendizaje distinto con respecto al uso racional del agua”.
El llamado del Papa a cuidar el agua, en medio del litigio de Chile con Bolivia sobre el Río Silala
Antes de julio del próximo año Bolivia deberá presentar su memoria a la demanda que presentó Chile ante el Tribunal Internacional de La Haya para que dirima sobre el uso de las aguas del río Silala y donde Chile pretende que La Haya declare que el Silala es un río compartido, mientras Bolivia sostiene que sus aguas nacen de un manantial en su territorio.
Si bien este litigio internacional entre Chile y Bolivia no fue tratado en las ponencias del seminario “Del derecho al agua al derecho a la paz”, patrocinado por la Santa Sede y en medio de la visita del Papa Francisco a Colombia, el sentido de la controversia en torno a las aguas del Silala tiene mucho que ver con las temáticas que se trataron en este encuentro, cuyo eslogan fue “Una ecología integral para el medio ambiente, el desarrollo sostenible y la cultura del encuentro”. Lo que se va a fallar en el tribunal internacional no es solamente si el río Silala es internacional. También si el uso que se está haciendo de sus aguas es equitativo y razonable.
La defensa del presidente de Bolivia, Evo Morales, es que “los manantiales del rio Silala son recursos hídricos fósiles y finitos, y por lo tanto deben ser resguardados para proteger la vida”. Asimismo ha señalado que para su desvío no se consultó a las comunidades indígenas y se impuso una mirada neocolonial para favorecer a empresas mineras extranjeras. Morales ha reiterado que Bolivia no sólo defiende su soberanía sobre las aguas del Silala sino el derecho a la vida y advirtió que “no habrá paz ni justicia social mientras los servicios básicos estén en manos privadas”.
En concordancia con los postulados de Morales, el seminario que culmina hoy en Bogotá y donde participa Marco Enríquez-Ominami como único exponente de los intereses de Chile, publica en su página web que “la alteración del ciclo del agua en el planeta, la contaminación de las aguas, la grave y devastadora incidencia de la deforestación sobre las aguas, la escasez de las aguas, la creciente dificultad de los pobres de tener acceso al agua, la pone como un bien universal que debería estar disponible para todos los seres humanos”.
Fuente: Radio Santiago