El conservador Partido Popular (PP) ha ganado la mayoría absoluta en el congreso español tras las elecciones de este 20 de noviembre. El candidato del PP a la presidencia del Gobierno español, Mariano Rajoy, obtuvo el 44,59 por ciento de los sufragios frente al 28,73 por ciento de su rival socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba.
El conservador Partido Popular (PP) ha ganado la mayoría absoluta en el congreso español tras las elecciones de este 20 de noviembre. El candidato del PP a la presidencia del Gobierno español, Mariano Rajoy, obtuvo el 44,59 por ciento de los sufragios frente al 28,73 por ciento de su rival socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba. La derecha eligió 186 diputados de los 350 que forman la cámara baja del Parlamento, superior a su récord histórico logrado en 2000 (183 diputados). En cuanto que La otra fuerza del bipartidismo ibérico, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), cierra su mandato con una reducción de 169 a 110 diputados.
Con esto el partido encabezado por Mariano Rajoy se unirá a la fuerza conservadora de derecha que viene dominado Europa y podrá gobernar sin necesidad de alianzas e implementar las políticas neoliberales de austeridad y recortes públicos exigidos por la Comunidad Europea y las trasnacionales.
Estas elecciones fueron convocadas por el primer ministro José Luis Rodríguez Zapatero quien en Junio de 2011 anunció elecciones generales para noviembre de 2011 en lugar de marzo de 2012, como estaba previsto. Esta convocatoria fue hecha en el contexto de las más seria crisis financiera y política que España ha enfrentado en su historia. La cual el gobierno socialista de Zapatero se vio obligado a implementar profundos recortes presupuestarios y sumir a España en un desempleo que hoy llega a los 21.5 % de la población activa española, el más alto entre las naciones de la eurozona. La tasa de desempleados entre jóvenes es de 40 por ciento y un total de 4,9 millones de personas carece de trabajo en España, la cifra más alta desde 1997.
Este giro a la derecha expresado por el electorado es una expresión al fracaso de un modelo económico y social implementado en lo que se ha llamado burbujas-financieras. Este modelo de crecimiento es especulativo y genera un crecimiento falso de la economía y que hace que las personas se sientan más ricos, que les lleva a endeudarse más, gastar más y de esa manera la economía se mantiene en marcha. Sin embargo, al estallar la burbuja precipitó la actual crisis mundial (De Luca, 2011).
Vale la pena mencionar que desde el año 2001 hasta el 2008 el parque de viviendas en España creció en 5.284.025 viviendas (Banco de España, 2009), lo que supuso una construcción media de más de 750.000 unidades anuales. En cuanto que la construcción media aproximada en los países de la Euro zona está entre los 150.00 a 300.00 viviendas anuales. Las consecuencias de esta dependencia en la industria inmobiliaria y la especulación convirtieron a España en uno de los países menos competitivos y con más baja productividad de Europa y ha restado importancia a otros sectores de actividad económica productiva. Como por ejemplo, el sector industrial disminuyó su protagonismo, reduciendo su aporte promedio para el avance económico del 23% al 6% (Real Instituto el Cano, 2010). Este modelo económico fue promovido por el PSOE y creó problemas de índole social y ambiental como el uso y abuso inapropiado del territorio nacional en particular de las áreas costeras. España también se ha transformado en el paraíso para el crecimiento del dinero negro proveniente de negocios ilegales como tráfico de personas, armas, prostitución o narcotráfico.
La opción tomada por el PSOE de adherirse a este modelo especulativo con un industria que entre el año 2000 y 2007 creo 4.7 millones de empleos y transformó a España en el país de más alto crecimiento en la Euro zona al país con más alto nivel de desempleo. La gran mayoría de estos trabajos hoy han desaparecidos dejando una población descalificada muchos de ellos inmigrantes de América latina y del norte de áfrica para competir en “la revolución del conocimiento”.
Lo lamentable es que el PSOE tenía otras opciones junto con el euro zona y es de haber concentrado sus esfuerzos en el crecimiento de la economía española en una línea de crecimiento verde o ambientalista en vez del modelo especulativo. El PSOE tenía que haber aumentado los impuestos de los más ricos en favor de una redistribución más equitativa de la riqueza y para financiar el modelo de economía de crecimiento verde y preparar su capital humano para ser parte de la actual revolución del conocimiento. Eso significaba de haber rechazado la ortodoxia de Maastricht, el Banco Central Europeo (BCE) y el Bundesbank. Por otro lado, el PSOE como partido de la izquierda española y miembro de la segunda internacional socialista tenía que haber buscado con sus aliados que el BCE redujera en forma inmediata las tasas de interés oficial y la intervención activa para debilitar el euro frente a otras monedas. Ya que un “euro” fuerte penaliza a la economía productiva española y a todas las economías más débiles del sur de Europa haciendo sus exportaciones mucho más caras.
Es obvio que el problema central en España es el poder financiero el cual hoy tiene el poder absoluto de la sociedad española. Pero esto no es un problema de España solamente esto es un problema de Europa y por lo tanto la deuda podría y a mi parecer debería ser transferida a Maastricht. Sus tasas de interés deberían ser decididas por los ministros de Finanzas de la zona euro en lugar de las agencias de calificación internacional.
El PSOE podía haber buscado la implementación de la tasa de impuesto financiero’Tobin que hubiera ayudado a frenar la especulación financiera y aumentar los ingresos para apoyar las nuevas iniciativas de la economía de transformación. Cómo todos sabemos eso no aconteció y la crisis ha beneficiado a la derecha española y al neoliberalismo que ahora se ha impuesto en la zona euro.
Los Progresistas Chilenos, nuestros partidos hermanos y gobiernos de izquierda en Latinoamérica sabemos que el Gobierno de Zapatero perdió su dirección y capacidad de respuesta. En este sentido, el resultado de las elecciones del domingo no es una sorpresa. Por el contrario, entendemos que el electorado español rechazo al PSOE por hacer políticas de derechas llevando el nombre de socialista y de obreros. Ahora el costo de la incoherencia entre el discurso y la acción y también de la falta de liderazgo será pagado por el pueblo español.
(*) Francisco Javier De Luca es Sociólogo, Trabajador Social y Dr. en Ingeniería de Producción y Sistemas.